Las universidades de Chimborazo invierten para ser categoría “A”
La Escuela Superior Politécnica de Chimborazo (Espoch) espera mantener la acreditación como universidad clase “A”, que obtuvo el año 2009, durante el nuevo proceso de evaluación al que será sometida por parte del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceacces) a partir de marzo.
Mientras tanto la Universidad Nacional de Chimborazo (Unach) aspira llegar a lo más alto de la escala, luego de recibir una calificación tipo “B” hace tres años.
“La mejora continua es evidencia de que nuestra institución requiere más aporte de quienes la constituimos; con el modelo de evaluación se busca cumplir los indicadores que se solicita”, afirmó a El Telégrafo Romeo Rodríguez, rector de la Espoch.
Esa institución ha invertido 2 millones 418 mil dólares en la implementación de laboratorios, uno de los requerimientos establecidos durante la evaluación anterior. Sus autoridades destacan el de la Facultad de Ingeniería Mecánica, que requirió de $ 600.000.
En el lugar se ofrece al público el servicio de análisis de resistencia de carrocerías metálicas a través del estudio de masa, resistencia, densidad, filtración de humedad, etc.
Por su parte, Marcelo Jiménez rector de la Unach, afirmó: “En función de la primera acreditación, hemos ido mejorando cada vez más, en el área de investigación. Habíamos iniciado procesos, pero no cumplíamos el índice que se requería. Esta vez estamos comprometidos con una investigación acorde con los requerimientos institucionales de la región y el país”, sostuvo.
En esta área, la entidad educativa invirtió $ 10 millones entre el 2010 y el 2012. Esto porque, por ejemplo, un proyecto desarrollado sobre condiciones climatológicas y propuestas sobre el uso del agua en páramos andinos requirió de $ 2 millones.
Adicionalmente, en ambos centros educativos se trabaja en la acreditación de cada carrera; además, se apoya a los docentes para que obtengan becas y títulos de Doctorado y PHD en prestigiosas universidades de Europa y América. La agenda de trabajo incluye también concursos de méritos y oposición a fin de generar estabilidad entre la plantilla de maestros.
Los alumnos relacionan la acreditación con excelencia y saben que también es un compromiso de ellos el poder lograrla.
“Es un año definitivo para optar por una camino de calidad. El modelo anterior estaba de la mano de la mediocridad, esto es un reto para todos”, aseguró Aquiles Hervas, dirigente estudiantil de la Unach.
Mientras que para Bryan Montenegro, estudiante de Ingeniería Dual de la Espoch, se están haciendo bien las cosas en su institución, pero pide que el Gobierno invierta en tecnología a la par de las evaluaciones para la acreditación, con el fin de garantizar una educación con niveles iguales o superiores a los de otros países.
Así mismo, ambos estudiantes exigen que el nivel de los profesores de sus respectivas instituciones sea óptimo, tanto a nivel de conocimientos como de capacidad para enseñar, con el fin de que su preparación sea la mejor posible.