Las vacaciones de fin del quimestre concluyeron en la Sierra centro y para muchos la pesca deportiva fue una excelente opción recreativa.

Así lo creyó Antonio Cruz, residente de la parroquia Atocha, al noroccidente de Ambato. “Me enteré de que la laguna de Pisayambo ofrece una buena pesca de trucha y está ubicada dentro de la zona del Parque Nacional Llanganates. Se lo propuse a mi hijo de 12 años y nos fuimos a esa aventura”, dijo Cruz.
Acomodaron botellas con agua, pan en funda, mortadela empacada, atún enlatado, una cobija y los aparejos de pesca: 2 cañas plásticas, anzuelos y envases. Todo esto alcanzó en la cajuela de su automóvil blanco motor 1.600.

La fecha convenida fue el viernes 20 de febrero de 2015. Ese día, precisamente, el Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE) organizó el Primer Campeonato de Pesca Deportiva en Pisayambo.

La idea de ese evento fue celebrar el Día Mundial de los Humedales y los 19 años de creación del Parque Nacional Llanganates que se cumplirán el 19 de marzo próximo.

A la par, se difundirían mensajes ambientalistas a la gente para conservar esta área que cuenta con 219.707 hectáreas repartidas en las provincias de Tungurahua, Cotopaxi, Napo y Pastaza.

Los momentos previos

En poco más de 20 minutos, Cruz y su hijo cubrieron la carretera zigzagueante y asfaltada que conecta Ambato con Píllaro. Luego enfilaron hacia la parroquia San José de Poaló. Por delante tuvieron un viaje de más de una hora por asfalto, empedrado y tierra.

“Por momentos temí que mi carro no resistiera, pero el día soleado nos facilitó las cosas. En algunos desvíos nos perdimos, pero luego de preguntar a los residentes nos encaminamos por fin hacia Pisayambo”, explicó Cruz.

La cabaña o garita de los guardaparques, y que también sirve para registrar el ingreso de personas, les salió al paso a medio camino de la laguna. En ese inmueble hay literas para albergar a unas 12 personas.

También hay cocina, comedor, baños, servicios básicos y un área cubierta con adoquines de colores.
Allí, Cruz mostró su cédula de identidad y explicó los motivos de la visita. Desde ese punto avanzó por cerca de 15 km antes de divisar desde lo alto a la laguna. En sus inmediaciones crecen plantas de romerillo de páramo, chuquiraguas, pulizas, pisags, mortiños, orejas de conejo, cachos de venado, amor sacha, genciana, cashpachina, achicorias amarillas, achupallas, etc.

Unos  200 participantes arribaron ese día para el concurso, bajo control del personal del MAE.
Omar Landázuri, director de Tungurahua, explicó que más de 30 mil hectáreas de Los Llanganates se encuentran en esta provincia.

“Este parque siempre está vigilado y controlado e invitamos a los turistas para que nos visiten gratuitamente. Eso sí, deben llevarse la basura que generen y si pasan de 10 deben contar con un guía. Al mes arriban unos 1.000 visitantes”, aseguró Landázuri.

Las elevaciones montañosas, las áreas de pajonales y la posibilidad de observar los nevados Cotopaxi, Chimborazo y el Tungurahua hacen del viaje algo perdurable.

Octavio Crespo, presidente de la Asociación Santa Rita del Tambo, aseguró que el área natural es una de las más hermosas del mundo. “Somos 36 miembros que ayudamos a cuidar los páramos al MAE y de ese modo conservamos el agua para los canales de riego y la potabilización”, dijo Crespo.
A las 15:00 culminó el concurso y Cruz emprendió el retorno con su hijo. Cansados, pero satisfechos.