“Si no se conduce a la defensiva, es mejor no circular por esa vía”. Es la opinión  de Omar Navas, taxista ambateño, al referirse al riesgo de accidentes automovilísticos  que hay en   la carretera Ambato-Riobamba.

Incluso, los comerciantes chimboracenses prefieren movilizarse con menor frecuencia. “Viajamos de  madrugada los lunes para vender en el Mercado América de  Ambato. Sin embargo, el peligro es latente en muchos tramos como la bajada hacia Mocha. Por eso, mejor vamos una vez al mes”, dice Norma Núñez, vendedora de frutas.

Es que los volcamientos, choques frontales y caídas al vacío son los incidentes más frecuentes, a pesar de que la Policía no cuenta con las estadísticas que lo confirmen. 

El más reciente ocurrió el viernes pasado. Un vehículo chocó contra un camión cargado con materiales de construcción en el sector de Tuntatacto. Dos personas murieron: uno de ellos era Romeo Rodríguez, rector de la Espoch.  

Silvio Sánchez, ingeniero y técnico en carreteras, manifiesta que las curvas pronunciadas de esta vía, podrían ser la causa de los constantes incidentes. “Hay una combinación de curvas, pendientes y planicies, que hacen que el conductor se confíe y maneje sin precaución  para reaccionar a tiempo frente a cualquier eventualidad”.

La carretera tiene aproximadamente 55 kilómetros de Ambato a Riobamba. El viaje toma algo más de una hora.   El tramo más peligroso  es la pendiente  de casi cinco kilómetros en la zona del páramo de Urbina.

Darwin Barba, jefe de Fiscalización del Municipio de Ambato, considera otras causas.  “Pese a que esta carretera tiene una carpeta asfáltica de buena calidad, sin baches y con buen mantenimiento, sus  dos carriles juegan en su contra.  A esto se suma, el intenso tránsito vehicular,  exceso de velocidad, la impericia y la imprudencia de los conductores”.

Julián Mendoza, instructor de conducción, manifiesta que el sueño y cansancio son factores que también  inciden directamente en los accidentes de tránsito. “Los instructores de las escuelas  enseñamos a los alumnos a manejar a la defensiva. No se sabe si alguien pudiera conducir ebrio,   hablando por teléfono, fumando, cansado o con sueño”. Tuntatacto es conocido como “la curva de la muerte”. Según la Policía, en este y otros sectores ocurrieron  575 accidentes con 56 muertos y 441 heridos entre enero y octubre de 2013.