El éxito en la venta de caña de azúcar y sus derivados en Baños de Agua Santa, motivó a tres emprendedoras puyenses a replicar microempresas similares en su tierra.

La Municipalidad los ayudó con la entrega del terreno en comodato por 25 años para que edificaran.Zoila Barroso, Lida Garcés y Melania Frías decidieron organizarse en el año 2000, para vender caña cortada en trozos, jugo y melcochas. Esto tomando en cuenta que la matería prima crece en Pastaza y se vende a diversas provincias.

Primero formaron la Asociación de Vendedoras y luego consiguieron la personería jurídica. En la actualidad, el gremio cuenta con 19 socias y su presidenta es Zoila Barroso.

“Hace 13 años, vendíamos en las ciudades de la Sierra y era muy sacrificado pues sufríamos con el mal estado de la vía. Con el tiempo optamos por abrir locales en Puyo”, explicó Barroso.

La mayoría de afiliados, que venden en el El Dorado, en la vía principal de entrada y salida a la ciudad, son propietarios de fincas donde crecen los juncos dulces que tanto gustan a los turistas locales y extranjeros y que se venden en fundas de 50 centavos o de 1 dólar.

En el sector se les adjudicó el terreno en comodato por cinco años y el actual alcalde, Germán Flores, les extendió el beneficio por 25 años más.

En ese sitio hay 20 puestos y cada socio invirtió alrededor de 10.000 dólares en las adecuaciones como las paredes, lavaderos, mesas y techados de zinc. Ahora gestionan en el Cabildo la colocación de techos.

La jornada de trabajo empieza a las 06:00 y concluye a las 21:00 de lunes a domingo. Es un negocio familiar que involucra a todos sus miembros porque deben pelar, cortar, lavar y enfundar la caña.

También ofertan alfeñiques, dulce de guayaba, mermeladas y trago macerado (fermentado) de colores, cuyo costo llega a 2,50 dólares.