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Punto de vista
“La solidaridad es primordial en eventos trágicos”
La gente que salió en 1999 de Baños constató de primera mano la solidaridad que nos ha hecho famosos a ambateños y, en general, a tungurahuenses. Al tener una experiencia previa con desastres, como es el caso del terremoto del 5 de agosto de 1949, los ambateños ya sabemos que la clave para levantarse de la adversidad es la persistencia y el trabajo duro, y es precisamente lo que aplicamos y aconsejamos a nuestros hermanos, primos, parientes, amigos, conocidos y allegados que salieron de su ciudad natal para buscarse la vida en otras urbes.
Muchos de ellos fueron acogidos en fábricas, empresas, restaurantes, constructoras y otras fuentes de trabajo, pues su ánimo y ganas de salir adelante fue su carta de presentación. Allí, se ganaron la simpatía de sus compañeros y el buen nombre ante sus jefes, pues su desempeño no era inferior al de los lugareños, pese a lo difícil que es trabajar y vivir en otra tierra.
Otra parte de baneños decidió emprender con sus negocios originales, en ciudades como Ambato, Patate, Píllaro y hasta Riobamba. Lejos de irles mal y cerrar sus negocios, después de 15 años de haber iniciado sus empresas, negocios y actividades comerciales en otras latitudes, han crecido y prosperado satisfactoriamente, mostrando a los demás que la actitud frente a la desgracia marca la diferencia entre mantenerse en escasez o progresar, aunque sea en una ciudad diferente a la suya, con la previa solidaridad de los anfitriones.