Los preparativos para la LXV edición de la Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF) empezaron.

La fiesta mayor ambateña se celebrará del 5 al 9 de febrero del 2016. Como parte de la planificación de la sexagésima quinta edición, el Comité Permanente convocó a diseñadores gráficos, artistas plásticos, diseñadores industriales, personas con experiencia en esta actividad y otros, para el proceso de selección de los diseños para los carros alegóricos.

Este proceso empezó formalmente el lunes 24 de agosto con la reunión informativa y entrega de  temas en las instalaciones del Comité Permanente, situadas en el Centro Cultural La Liria.

Fernando Mariño, coordinador artístico del Comité, informó que los trabajos deberán tratar sobre temas relacionados con las canciones tradicionales locales como el ‘Altivo ambateño’, ‘Ambateñita primorosa’,  ‘Ambato tierra de flores’. También se deberán incorporar diseños sobre las artesanías locales.

“Las obras deberán ser inéditas en todos sus componentes, especialmente en lo relativo al color, forma y diseño. La fecha máxima de entrega vence a las 17:00 del próximo 18 de septiembre”, explicó el funcionario.

Las bases para este concurso se podrán descargar de la página web del Comité Permanente www.fiestasdeambato.com

“A la par, el 31 de julio finalizó el plazo para la recepción de propuestas para elaborar el afiche y el eslogan de la FFF 2016. Participaron  únicamente estudiantes y profesionales en Diseño Gráfico”, dijo por su parte, María Cecilia Cuesta, directora ejecutiva del Comité Permanente de la FFF.

Historia de la Fiesta de la Fruta

El terremoto del 5 de agosto de 1949 cambió la vida de miles de personas en Tungurahua y la región central. Hace 66 años, el estado emocional y económico de los sobrevivientes se volvió complicado.

Según los datos técnicos actuales, las ciudades con mayor destrucción fueron Pelileo (100%), Píllaro (90%), Guano (80%) y Ambato (75%).

Los habitantes de la capital de Tungurahua trataron de apuntalar el alicaído ánimo de su gente con la Fiesta de la Fruta y de las Flores en 1951, por iniciativa del Centro Agrícola Cantonal.

En Pelileo Viejo todavía hay rastros de este fenómeno natural. Esta urbe se destaca por la confección de prendas de vestir. De acuerdo con el Instituto Geofísico (IG), el remezón del 49 tuvo un alto potencial destructivo. Ocurrió a las 14:08 y su epicentro se originó en una falla en el sur del nido sísmico de Pisayambo, unos 20 kilómetros al nororiente de Pelileo.

Tuvo una magnitud de 6,8 en la escala de Richter y su profundidad fue de 15 km. El investigador José Egred, uno de los fundadores del IG y que murió en febrero de 2011, aseguró que el sismo causó más de 6 mil muertos; 100 mil personas  quedaron sin hogar y afectó a 1.920 km².

“El terreno devastado quedó con profundas grietas, hubo voluminosos deslizamientos en montes y caminos de la región central y brotaron nuevas fuentes termales. El paisaje andino de ese entonces se modificó por completo”, explicó el experto Egred en su investigación, que ahora es un documento histórico.