Ambato es referente nacional de inclusión social y accesibilidad. Los  edificios municipales del centro y sur de la urbe, la Prefectura y Gobernación de Tungurahua, mercados, universidades, centros comerciales, parques, entre otros espacios, están dotados de rampas, ascensores, corredores y puertas que facilitan el ingreso, movilidad y desenvolvimiento de personas con discapacidad física, auditiva y visual. Además las calles cuentan con semáforos y señalética que permiten la interacción vial de este importante grupo de atención prioritaria.

Gabriela Rodríguez, directora municipal de Desarrollo Social y Economía Solidaria de Ambato, en entrevista con EL TELÉGRAFO, detalla las políticas y proyectos locales que han hecho esto posible.

¿Cuál es la principal herramienta para lograr la inclusión?

La empatía. La inclusión social procura y vela que todos los ciudadanos, sin excepción de raza, orientación sexual, condición socioeconómica, edad o condición física, ejerzan sus derechos y aprovechen sus habilidades. En el caso de las personas con discapacidades, el objetivo es incorporarlos a la vida comunitaria con responsabilidad, aceptación, equidad y tomando en cuenta sus necesidades reales.

¿Cómo calificaría a Ambato en este tema?

Un referente regional. Si nos fijamos la mayoría de dependencias y oficinas de entidades seccionales o gubernamentales, así como espacios de recreación, interacción social, formación académica y comerciales, brindan facilidades para que quienes tienen alguna discapacidad puedan hacer sus trámites, entretenerse y desarrollar  otras actividades sin peligro desde hace varios años. Además en la urbe se ponen en práctica varios  proyectos en beneficio de este importante sector de la sociedad.

¿Cuál ha sido la clave para lograr este importante apoyo?

Sin duda todo esto se ha concretado gracias a la visión humanista, compromiso con los grupos de atención prioritaria de la sociedad y solidaria de las autoridades, tanto nacionales como locales, quienes han generado políticas que permiten la construcción de infraestructura adecuada así como leyes que garantizan la inserción laboral.

Una reciente muestra de respeto, consideración e inclusión de este grupo es la construcción de las baterías sanitarias públicas del parque Montalvo. La obra se entregó el pasado miércoles y cuenta con una rampa, pasillos y baños adecuados para personas que usan sillas de ruedas. Este servicio también está disponible en los dos edificios de la Municipalidad y otras entidades públicas.

Existe en la ciudad algún centro de atención para personas con discapacidades?

Sí. Se trata del Centro Inclusivo de Discapacidades El Peral. Allí 70 personas con autismo, sordera profunda, ceguera, parálisis cerebral, síndrome de Down, trastornos sicológicos, entre otras condiciones, reciben atención directa. Los servicios que allí se brindan son: psicología clínica, educación especial, terapia física, hidroterapia, musicoterapia, refuerzo y apoyo psicopatológico, actividades formativas y de capacitación, así como actividades recreativas. Desde agosto del año anterior, allí se brinda estimulación temprana a niños con algún grado de discapacidad.

¿Qué actividades recreativas se han organizado para esta sección de la sociedad?

Varias, desde educativas hasta culturales. La más reciente se denominó ‘El Peral juega contigo por amor’. Se realizó en el Parque Recreacional  y Cultural de Izamba, norte de Ambato, el pasado sábado. El evento deportivo fue una oportunidad para sensibilizar y crear conciencia de las condiciones en las que se desenvuelven las personas con discapacidad y promocionar espacios incluyentes.

¿Qué disciplinas hubo?

Se jugaron partidos de fútbol, baloncesto y una carrera atlética. Autoridades, familiares, artistas y personalidades participaron en silla de ruedas y con ojos vendados para conocer las circunstancias de quienes tienen discapacidad visual, auditiva y física. De esta forma nos involucramos todos los que hacemos la sociedad, pues es tarea de todos aportar para conseguir la inclusión social. (I)