Dos eventos poco comunes, pero apropiados para resaltar a los principales protagonistas de la gastronomía de Finados, se organizaron en Ambato durante el reciente feriado: la guagua de pan más linda y la colada más grande del mundo.

Ambos actos, a pesar de su escasa difusión, motivaron la participación de cientos de turistas del Ecuador que quedaron encantados con la idea de impulsar a estas delicias que cuentan con sus bastiones en la capital tungurahuense.

El primer concurso de la guagua de pan más linda se efectuó en la plaza de la Segunda Constituyente. Participaron expertos panificadores de 6 empresas locales.

Presentaron guaguas gigantes de pan primorosamente adornadas, con ingredientes naturales y de exquisito sabor. Las reinas locales posaron junto a las ‘candidatas’.

Tras 4 horas de música, degustación de colada morada y alegría, el jurado calificador otorgó el primer lugar al trabajo de Creme Brulee Chocolatería que presentó una guagua ataviada con vestimenta indígena.

El segundo lugar fue para la panadería Don Zura y el tercero para panificadora Ingahurco. Los fondos que se recaudaron con la venta servirán para financiar los próximos agasajos navideños.

El pan de Ambato conserva una tradición familiar de más de 100 años. El historiador Pedro Reino relata que en el siglo pasado, las cargas de trigo de la zona se transportaban en lomo de burro hacia los molinos en Atocha y La Delicia.

En la actualidad, el uso de huevos, manteca de cerdo y los hornos de leña tienen mucho que ver en la calidad del producto final. Las recetas originales, aprendidas de los jesuitas, se fueron adaptando.

De hecho el pan ambateño es uno de los más sabrosos del país y en esta ciudad se venden 32 variedades (mestizos, tapados, cachos, molletes, enrollados, tornillos, etc.) en más de un centenar de panificadoras pequeñas, medianas y grandes que están situadas en el centro urbano a lo largo de la avenida Cevallos y en las calles Montalvo, Sucre, Bolívar, Quito, Guayaquil, Castillo, Mera, Martínez, 12 de Noviembre, Juan Benigno Vela y otras.

La colada más grande

En una paila de acero inoxidable, de 3 metros de diámetros por 75 cm de profundidad, la colada empezó a  burbujear ante la mirada curiosa y sorprendida de decenas de visitantes que no perdían detalle de lo que hacían  60 estudiantes y 5 expertos de la institución local para chefs Cuissine.

“Este evento es una fiesta porque celebramos la tradición gastronómica ecuatoriana con la preparación de este plato que orgullosamente es originario de Tungurahua. Decidimos prepararla en Atocha porque aquí se oferta este manjar los 365 días del año”, explicó el chef Luis Ushiña.

En la elaboración de este potaje, digno de un record Guinness, se requirieron 2 quintales de harina de maíz negro, 20 atados grandes de raspadura,  2 atados gigantes de yerbas dulces (Luisa, cedrón, menta, naranja y arrayán), 1 kilo de canela, 1 kilo de pimienta dulce, 1 kilo de clavo de olor y 1 kilo de ishpingo. Además, 15 cajas de mora, 25 cajas de naranjilla, 15 cajas de frutilla, 50 babacos, 60 piñas, una caja de mortiños.