Flores, frutos, pan, tenacidad y fuerza de voluntad para superar  las adversidades son algunas características de la tradicional  Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF), que se instituyó en Ambato desde 1951, dos años después del devastador terremoto del 5 de agosto de 1949.

Este año, y con el propósito de retomar esos valores y la riqueza natural para inculcarlos a los jóvenes  y turistas que visitaron la ciudad por motivo de la fiesta mayor, el Comité Permanente    incluyó en el listado de eventos, una serie de actos, concursos y exhibiciones para informar y difundir  el origen y el objetivo  de la fiesta mayor que no tiene nada que ver con el carnaval.

Uno de ellos fue el Primer Encuentro  Infantil  Nuestra Historia. En este participaron niños y niñas de ocho escuelas y que motivó a los participantes a investigar los inicios de esta festividad.

Los estudiantes de primero, segundo y tercer año contaron su propia historia por medio de gráficas, álbumes, paleógrafos, libros, fotografías y caricaturas elaboradas por ellos con una buena dosis de  creatividad.

Para Alexandra Jaramillo, directora ejecutiva del comité, las mejores herramientas para llegar con este mensaje al público son el arte y la cultura.

“Lo más importante en la fiesta siempre ha sido, es y será mantener actos muy nuestros, tradicionales y típicos que nacieron con la celebración. Es el caso de  un alegre desfile y juveniles comparsas adornadas con los elementos característicos de la ciudad como las flores, las frutas y el pan”, explicó.

La bendición de la alegoría -un arreglo floral y frutícola  gigante que se ubica en el atrio de la Catedral y que es consagrado por el obispo de la ciudad- es el acto espiritual más importante que se mantiene desde el inicio de la celebración  ya que les recuerda a los ambateños “de dónde vienen y a dónde van”.

Otro evento que demostró a los visitantes por qué Ambato se la conoce como la tierra de las flores y frutas fue la Feria Agroecológica Provincial.
Esta gran exhibición, a cargo del Gobierno Provincial de Tungurahua y que involucró la participación de más de 50 productores de la región, ocupó la totalidad del céntrico parque Juan Montalvo, durante una mañana.

Danilo Aróstegui, facilitador de turismo del Gobierno Provincial de Tungurahua y organizador del evento,  expuso que el objetivo de esta feria es evocar tiempos antiguos, cuando en el centro de esta ciudad cada familia plantaba un jardín de coloridas y fragantes flores y deliciosas frutas.

“El propósito de esta muestra, a más de ser una oportunidad comercial para los productores participantes, es demostrar el potencial agrícola que siempre ha caracterizado a la ciudad y que es el orgullo y la carta de presentación de los ambateños ante el resto del país y del mundo”, aseveró.
Varios historiadores ambateños, entre ellos Víctor Sánchez, coinciden en que las próximas fiestas de Ambato deben tener más eventos como los mencionados.

“Tomando en cuenta que es mera coincidencia que los festejos coincidan en los mismos días del carnaval. Considero que el 80% de los eventos  debe contener los mismos elementos que se usaron durante el primer jolgorio realizado el 17 de febrero de 1951. Justamente para diferenciar las dos festividades. Incluso, los shows musicales deben estar compuestos en su mayoría por artistas ambateños” , consideró este erudito.

Sánchez también recomendó que   tanto el perímetro como la duración de la Feria Agroecológica Provincial deberían ampliarse  y más allá del parque Montalvo, para que el concepto de ciudad jardín se cristalice nuevamente, por lo menos mientras dure la exhibición.
 De hecho, las autoridades ya no usan la frase “tierra de flores y frutas” y más bien se habla de la “tierra de oportunidades”.