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La venta de allullas resalta a esta barriada de otras en latacunga
La Estación ofrece platos tradicionales y recorridos
El barrio La Estación no solo impresiona por los autoferros y otras máquinas que arriban periódicamente, también por la venta de allullas y quesos de hoja que gustan a los visitantes locales y extranjeros.
La zona debe su nombre a la estación del ferrocarril que empezó a funcionar en 1943. Fue la primera en la región Sierra que fue edificada por Eloy Alfaro.
Por eso, el Gobierno Nacional la reconstruyó y ahora las bocinas del tren se escuchan nuevamente. El tren ofrece la ruta de la Avenida de los Volcanes, de jueves a domingos.
Este trayecto atrae visitantes desde la estación de Chimbacalle, en Quito, y pasa por el cantón Machachi y el Área Recreativa El Boliche, antes de ingresar a Latacunga.
Los testimonios
Cristina Bastidas, de 82 años, cuenta que de pequeña este sector no era más que un inmenso potrero. Había pequeñas casas separadas entre sí por grandes distancias. Ahora es uno de los barrios más tradicionales de la ciudad.
“Sin duda, en su desarrollo ayudó la estación del tren, que se convirtió en un punto de acopio de productos agrícolas que llegaban para las ferias de Saquisilí y San Felipe”, recuerda Bastidas.
Dentro de la parada funciona un museo que ofrece más detalles de la historia del lugar. Cuenta con galerías de fotos que capturaron los momentos apasionantes que experimentaron los lugareños con la llegada del tren de Alfaro.
Uno de los personajes es el ambateño, Hugo Huertas, de 85 años, que se enamoró de los encantos de la ‘ciudad de León’ y decidió quedarse allí para formar una familia.
Ahora es el presidente del barrio y destaca el empuje, gastronomía y trabajo de sus vecinos.
Al costado izquierdo de la estación del ferrocarril, en la avenida Marco Aurelio Subía, hay 7 puestos que ofertan allullas y queso de hoja. 100 visitantes llegan, en promedio, diariamente a estos locales.
La Estación es el único barrio en Latacunga donde se concentra la venta de allullas. “Son las originales, pues las preparamos con la antigua receta familiar”, dice Huertas.
Aunque confiesa que los compradores no son precisamente aquellos que llegan en el tour del tren.
“La mayoría de compradores son turistas que viajan de sur a norte y viceversa. Ellos estacionan sus automotores para adquirir los productos”, asegura.
Entre ellos está Gloria Morales, guarandeña residente en Quito. Ha comprado este bocadillo en los últimos 25 años. Se los lleva a su madre que vivió 13 años en Latacunga.
Los proyectos turísticos
Con la reactivación del tren, la idea de la barriada es potenciar el turismo. Los primeros pasos se dieron con la construcción de 8 casetas de madera en las afueras de la estación. Allí se ofertan artesanías, los viernes y sábados.
Además, prendas de vestir tejidas a mano, manillas, aretes, pulseras, pinturas, artesanías, e incluso productos agrícolas.
Sin embargo, uno de los inconvenientes es la falta de control y de seguridad y solicitan a las autoridades que les ayuden con esto.