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El Telégrafo
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La estabilización de taludes no se detiene en zonas de riesgo de Ambato

La estabilización de taludes no se detiene en zonas de riesgo de Ambato
Foto: Roberto Chávez / El Telégrafo
03 de junio de 2016 - 12:16 - Redacción Regional Centro

Los moradores del barrio Miraflores, La Delicia, Ficoa y cercanías, en el centro de Ambato, agradecen el avance acelerado en la estabilización de los taludes en la calle Pérez de Anda, ubicada en la parte baja del casco urbano.

Allí, por décadas un paredón de más de ocho metros de alto permaneció a la intemperie, vulnerando la seguridad de los transeúntes, conductores y habitantes del lugar, pues los desprendimientos de roca y lodo eran frecuentes.

Por tal razón el pasado 12 de marzo la municipalidad inició la construcción de grandes muros que contengan el peso de las viviendas localizadas en la parte alta y eviten el desgaste de la pendiente por efectos de las lluvias. Lucas Chas, residente de la obra, señaló que al momento el proyecto presenta un avance del 70%.

“Pese al terremoto del 16 de abril y fuertes lluvias de las últimas semanas, la estabilización de los taludes no se ha detenido. La pendiente se compone de material pétreo casi en su totalidad, razón por la cual no se ha venido abajo; la respuesta de los moradores del sector ha sido favorable y esperamos finalizar los trabajos en aproximadamente dos meses”, dijo.

A más de esto, el jefe del proyecto explicó que el presupuesto inicial de la obra es de $ 79.200, y no se descarta la posibilidad de alargues en el plazo inicial de entrega de obra.

“Antes no existía vereda junto al paredón y gracias a que se logró peinar la pendiente, se podrá habilitar una acera a ese costado, como éstas, podrían haber más trabajos complementarios”, agregó.

De momento el tránsito vehicular por la calle Pérez de Anda, nexo entre los barrios La Delicia y Miraflores, está suspendido.

Los moradores de las cercanías muestran su conformidad con estos trabajos pues esta la estabilización de este talud estuvo pendiente por varios años.

“El peligro estuvo presente siempre pues las piedras de la ladera rodaban casi a diario. Varias veces el material pétreo dañó vehículos que circulaban por la calle Pérez de Anda, los dirigentes de barrios cercanos hacen inspecciones frecuentes para comprobar los avances del proyecto”, dijo Jaime Bolaños, morador de La Delicia. (I)

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