La antigüedad y el turismo son 2 aspectos que caracterizan al barrio Atocha, situado al nororiente de Ambato: sus orígenes se remontan a 1661. El nombre proviene de Europa y se refiere a la virgen española de Atocha, en Madrid, donde también lleva esta denominación uno de los 7 barrios que conforman el distrito de Arganzuela.

Incluso, un galeón de la Flota de Indias adoptó este denominativo antes de hundirse en 1622 con un cargamento de oro y plata evaluado en 400 millones de dólares. Sin embargo, esta palabra se utilizó también por lo peculiar del suelo árido de esta barriada.

“Atocha está registrada como sinónimo de atochal que significa zona donde hay muchos espinos y matorrales secos que circundaban, incluso ahora, las estribaciones laderosas”, explica Pedro Reino, cronista oficial de Ambato.

Hace más de 350 años, Pedro Melgarejo instaló allí un obraje que no era otra cosa que una institución colonial textil que aprovechaba la mano de obra indígena.

También se construyeron molinos y batanes para utilizar el agua de los riachuelos que bajaban de Mundugleo y Pinllug para depositarse en el ‘río Grande’, como se conocía por esa época al río Ambato.

“Melgarejo entonces colgó en su propiedad una inscripción en piedra pishilata: ‘Obraje y batán de Nuestra Señora de Atocha, año de 1661’. Adentro sembró huertos frutales de Castilla, entremezclados con las frutas de esta tierra”, añade Reino.

De este modo empezó la tradición de las quintas en este lugar.

El barrio del siglo XXI
Más de 3 siglos después, el barrio Atocha es uno de los sitios más visitados de la capital provincial. La causa son las quintas de Juan León Mera, Luis A. Martínez, La Liria y el Jardín Botánico.

La gastronomía es otro de los motivos. Este barrio es el único lugar en el Ecuador donde se prepara colada morada los 365 días y se acompaña con empanadas de ‘viento’, queso y carne.

El principal ingreso es por la avenida asfaltada Dr. Rodrigo Pachano Lalama, que es una prolongación de la Panamericana que al norte se conecta con Salcedo, Latacunga y Quito.

Las calles adoquinadas transversales tienen nombres que recuerdan a los ilustres personajes que allí vivieron y sus obras: A la Costa, Himno Nacional, La Heroína, Fantasías, Virgen del Sol, Cumandá, Catecismo de Agricultura y Lira Ecuatoriana, entre otras.

La importancia de las quintas
La quinta de Atocha, donde vivió el escritor Juan León Mera, data de 1874. Todo en ella habla de la vida y obras del autor de la letra del Himno Nacional del Ecuador.

La propiedad conjuga la riqueza del arte y la cultura ecuatoriana en medio de una extraordinaria naturaleza que es parte del Patrimonio Histórico Nacional.

Allí existen 250 especies vegetales entre nativas e introducidas y 7 especies endémicas que son únicas en América.

Detrás de las paredes blancas de adobe y bajo los techados de teja antigua de la casona se conservan, en un museo, manuscritos, pinturas y fotografías del políglota que hablaba 5 idiomas entre ellos el quichua. Además, Mera fue uno de escritores más importantes de la Latinoamérica del siglo XIX. Cumandá fue una de sus novelas insignes.

La quinta también fue escenario de la obra de otro ambateño ilustre, Luis Alfredo Martínez, quien redactó su obra A la Costa en ese recinto de paz y tranquilidad.

Además, en ese sitio se destaca el Jardín Botánico Atocha-La Liria, un proyecto municipal que empezó en 2000 y todavía no concluye.

Ocupa un área de 14 hectáreas distribuidas en 4 quintas: La Liria, Atocha, Martínez y Montalvo.

Atocha vive del turismo y es por eso que el Cabildo construyó un nuevo puente colgante de 106 metros de largo para unir las quintas La Liria y Atocha; y así facilitar el acceso a las casas museos, el Jardín Botánico y las riberas del río Ambato cerca de El Socavón.

El Jardín Botánico contiene más de 300 especies como palmas, cocos chilenos, arrayanes, cedros, pumamaquis, guabas, cholanes, fresnos, faros chinos, granados y colcas.

Datos

Uno de los establecimientos educativos más importantes es el colegio Pío X. También se destaca el parque Central y las quintas históricas, naturales y turísticas que atraen semanalmente a cerca de 1.000 turistas.

En cuanto a la gastronomía, en Atocha hay más de 30 locales donde se ofrece la colada morada todo el año. Los negocios se hallan en la avenida Rodrigo Pachano y entorno al parque Central.

En el barrio hay también un cementerio, el hospital Indígena, ferreterías, mecánicas, un parque Infantil que lleva el mismo nombre. Allí viven más de 11 mil personas que se dedican a diversas profesiones y oficios.