Al efecto destructivo en la agricultura y la ganadería se sumó la suspensión de clases en escuelas, colegios y universidades en los cantones mocha, tisaleo, quero, ambato y dos parroquias de pelileo
La ceniza del Tungurahua cubre 5 cantones
El 17 de agosto de 2006 es un día que difícilmente saldrá de la memoria de ambateños y tungurahuenses. Tras 15 horas de una fuerte reactivación del volcán Tungurahua, los habitantes de la ciudad despertaron, aquella mañana, con el ambiente lleno de cenizas.
Aquel recuerdo volvió a la memoria de los ambateños la tarde y noche del miércoles. Para muchos, algo que se veía venir, para otros una situación inesperada.
El cambio de dirección del viento que asciende desde la Amazonía, pasando por el cantón Baños hacia el cráter del macizo, a las 17:30, desvió la trayectoria normal de las columnas que emana el coloso y provocó la caída de polvo volcánico en todas las parroquias de la capital tungurahuense.
Los desesperados y asombrados estudiantes, funcionarios públicos y demás transeúntes, se apresuraron a buscar un refugio donde evitar el ‘baño’ de ceniza que en pocos minutos tornó gris las avenidas, casas, parques y árboles.
Suspensión de clases
Así, a la lista de cantones tungurahuenses afectados por caída de material, Mocha y Quero, desde el 9 de noviembre, se sumaron Ambato, Pelileo, Cevallos y Tisaleo.
En la mañana de ayer se pudo evidenciar la acumulación del polvo en toda la ciudad, lo que motivó a las autoridades a realizar desde muy temprano un recorrido por planteles educativos con el fin de verificar las afectaciones.
“A las 05:00 pudimos constatar que existía ceniza acumulada en las aulas, patios, techos, y demás espacios de escuelas de Ambato. Comuniqué la situación a Augusto Espinosa, ministro de Educación, y él autorizó que los alumnos del horario diurno no acudieran a clases con el fin de precautelar su salud”, explicó Lira Villalba, gobernadora de Tungurahua.
Sin embargo, el personal docente sí acudió a los planteles para colaborar en las tareas de limpieza.
Villalba, quien además es presidenta del Comité de Operaciones de Emergencia (COE), provincial, a media mañana se reunió con los alcaldes de los 9 municipios para analizar la situación, pues los daños son grandes en agricultura y ganadería. Muchos ambateños decidieron no salir a las calles pues el tránsito vehicular elevaba el material exponiendo a niños, mujeres y ancianos a afecciones respiratorias, cutáneas y oculares.
Las actividades escolares además fueron suspendidas en las parroquias Cotaló y Huambaló, del cantón Pelileo. Pese a esto la alerta naranja rige solo para las comunidades La Calera, El Guanto, El Guasmo, El Santuario, Hualcanga San Luis, San Pedro de Sabañag, Hualcanga La Dolorosa, Guangaló, Hipolongo, Pilco y Chacaló, del cantón Quero.
También en varios sectores de la parroquia La Matriz de la vecina ciudad de Mocha y en los caseríos Puela, Bilbao, El Altar y La Matriz, en Penipe, y Santa Fe de Galán, San José de Chazo, Guanando, Ilapo y San Andrés, del cantón Guano.
Daños en el agro y ganadería
Los reportes de perjuicios en poblaciones cercanas al volcán crecen cada día.
Según la resolución del cambio de alerta, las afectaciones por la caída de ceniza afectarían a casi 10 mil reses de cuatro cantones.
“Al menos 9.670 cabezas de ganado bovino no tienen alimento pues la yerba está contaminada. Las autoridades y representantes de entidades de ayuda estatal continúan visitando los caseríos afectados pues las emisiones de polvo, gases y bramidos no han mermado”, dijo Pablo Morillo, coordinador zonal 3 de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR).
En el documento además se especifica que cerca de 8.983 hectáreas cultivadas con papa, haba, zanahoria, tomate, arveja y pasto estarían bajo el material volcánico.
Desde el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) se planifica la entrega de melaza y ensilaje a comuneros afectados.
El fin de semana, técnicos de la cartera de Estado llevaron este material a caseríos de Mocha y Quero. “Las autoridades han ofrecido traer brócoli de Salcedo y banano verde de Babahoyo, como alternativa alimenticia para el ganado”, dijo Saúl Vargas, comunero de Hualcanga San Luis.
Allí, a más de la persistente caída de ceniza, se presentan fuertes ráfagas de viento y no llueve, lo que levanta el polvo volcánico en los cultivos e impide que los agricultores traten de rescatar sus siembras de papa, zanahoria, haba, arveja y fréjol, siendo esta primera la más afectada.
Pero esta no es la única zona en problemas por la actividad de un coloso, ayer la SGR dispuso declarar en alerta naranja a las zonas de influencia del volcán Reventador, ubicado aproximadamente a 90 km de Quito, entre las provincias de Napo y Sucumbíos. Los COE provinciales y cantonales están en alerta. (I)
DATOS
Rodrigo Garcés, alcalde de Tisaleo, aseguró ayer que la cantidad de ceniza que descendió sobre ese cantón ha sido impresionante y muy destructiva.
Explicó que una extensión aún no cuantificada de sembríos de fresas y moras se ha perdido en este cantón eminentemente agrícola. El Municipio empezó a repartir 3 mil mascarillas.
El COE de Tisaleo se declaró en sesión permanente y decidió evaluar el estado del agua para potabilización y seguir minuto a minuto la evolución eruptiva del coloso, para aplicar acciones de mitigación.
Patricia Mothes, vulcanóloga, explicó que los tremores disminuyeron la mañana de ayer dentro del cráter, pero que no sabían cuánto duraría esto. En consecuencia las explosiones con emisiones de polvo volcánico cesaron, pero hay expectativa por lo que pueda ocurrir en las próximas horas.
En la zona alta de Ambato, como las parroquias Atahualpa, Augusto N. Martínez, Huachi Chico, Huachi Grande y barrios altos de esta ciudad, la acumulación de ceniza en calles, aceras y avenidas dificultó el tránsito vehicular y peatonal. La gente barría con escobas o usaba mangueras para lavar autos y bienes y no sabía qué hacer con la ceniza. (I)