En medio de paisajes y de la imagen imponente del nevado Chimborazo surge la historia viviente del último hielero, Baltazar Ushca, que con su empeño y dedicación logró cautivar la atención de propios y extraños.

En el pasado más de 40 personas acudían a extraer hielo desde la parte más alta del Chimborazo, sin embargo, debido a la fuerte labor que se requiere, muchos abandonaron esta actividad, incluso, los hermanos de Baltazar.

En la actualidad,  Ushca y sus 2 burros de carga bautizados como ‘Julie’ y ‘Widinson’, empiezan las labores muy temprano 2 veces por semana. Así comienza la travesía  que solo él conoce. Ha practicado esa rutina desde que cumplió 15 años.

Consigo lleva también un hacha, una pala, un pico y una lámpara, que le son útiles para cortar  la paja y  retirar el hielo de la montaña.

Hoy, a sus 70 años, el último hielero sale de su comunidad Pulinguí, situada en la parroquia San Andrés del cantón Guano. Entonces camina unas 7 horas para obtener 4 bloques de hielo con los que gana  $ 20 en los mercados de Riobamba. Con eso se ayuda a sus 4 hijos y 8 nietos. Es un hombre silencioso y de sonrisa fácil.

Muchos visitantes han intentado seguirle el paso, pero en su rapidez y agilidad nadie las iguala. Cuando se refiere a sus seguidores comenta: “Las nuevas generaciones no están bien alimentadas y les hace falta comer granos como el morocho y la máchica”.

Baltazar es un ícono de la historia, su vida y trabajo son parte de los recorridos del Tren Crucero en las estaciones Urbina, Colta y Riobamba. Muy orgulloso de ser guaneño indica su cédula y agradece a ‘papá Correa’  por darle un empleo.  

“Queremos que forme parte del turismo de Guano”, dijo Manuel Tenesaca, concejal del Guano. En los próximos meses construirán senderos por la ruta del hielero y el guía será Baltazar. Por esto le pagarán una remuneración básica más los beneficios de ley y motivará a su yerno Juan Ushca, de 36 años, para que continúe con esta tradición. (I)