A sus 17 años, es la primera vez que Gina Capuz aprende, sin mayor esfuerzo, qué significa realizar una entrevista y para qué podría servirle en su diario vivir y en este proyecto educativo de 10 meses.  

Con sus compañeros, del club de periodismo de la Unidad Educativa del Milenio Chibuleo (UEM-CH), toma notas rápidas en su cuaderno de borrador.

Apunta y remarca las palabras claves con mucha dedicación. Luego compara lo anotado con lo que se muestra en la pizarra blanca de tiza líquida y entonces hace ajustes y correcciones.

Afuera el viento frío del páramo andino recorre las edificaciones modernas, las canchas deportivas, los graderíos, áreas verdes y  senderos construidos no hace mucho.

En cada clase, los instructores les comparten palabras nuevas que todos los estudiantes copian para después consultarlas en el diccionario y así entender su significado y aplicarlas en las tareas o en su habla cotidiana. Es un hábito que adquirieron para nutrir su léxico.

A pesar de que la mayoría de chicos está en edades comprendidas entre los 13 y 15 años, su entusiasmo y deseo de aprender vuelve cada charla diferente y no es posible que se convierta en una rutina.

“Aprendí que la entrevista es uno de varios géneros periodísticos que permite aproximarse a una fuente informativa o a un personaje del momento para profundizar en un tema de mucho interés”, explica Gina, mientras apoya su criterio con las anotaciones que tomó durante la clase extraescolar de periodismo, el viernes pasado a las 13:30.

Con cada taller, los estudiantes aprenden que la timidez es una muleta que les impide desenvolverse con solvencia dentro de esta profesión que los enfrenta, sin más, con muchas personas.

Por eso, se esfuerzan por modular y proyectar sus voces (sin gritar), miran directamente a sus interlocutores y cuidan sus posturas dentro del escenario inmediato.

A Ángelo e Inti, 2 estudiantes adolescentes, les gusta liderar los trabajos en grupo. “Es chévere aprender periodismo y los ejercicios que hacemos en clase. Antes no sabía qué preguntar, pero ya estoy aprendiendo con cada semana”, dice Inti.

En la UEM-CH estudian más de 800 niños y jóvenes. La mayoría son indígenas quichuas que utilizan su idioma ancestral y el español para comunicarse.

Esta unidad educativa se encuentra a más de 40 minutos de Ambato, a un costado de la carretera Ambato-Guaranda que está dentro de un proceso de mejoramiento vial.

EN CHIBULEO ESPERAN AL MASHI RAFAEL CORREA

Martha Lligalo es profesora y coordinadora del club de periodismo de la Unidad Educativa del Milenio Chibuleo, situada en la parroquia Juan Benigno Vela.

Según ella, cuando este establecimiento se inaugure oficialmente esperan que el presidente de la República, Rafael Correa, los visite y presida la ceremonia especial. “Esperamos que los chicos más adelantos del club puedan entrevistarlo y compartan con él algunos minutos de su tiempo. Eso les ayudaría mucho y sería una experiencia que atesorarán por siempre”, aseguró Lligalo.