Instituto Espacial Ecuatoriano lleva 2 años apoyando diversos programas científicos
El Instituto Espacial Ecuatoriano (IEE) conmemoró, el pasado 12 de agosto, 2 años de su creación y funcionamiento, en los que ha desarrollado y colaborado con importantes proyectos de investigación en ciencia y tecnología.
Por esto, se organizó una sesión solemne en el Centro de Operaciones Espaciales (COES), ubicado en el páramo Romerillos, en la entrada al Parque Recreacional El Boliche de Cotopaxi.
Freddy Robles, director del IEE, destacó la trascendencia que tienen estos proyectos para la seguridad y ámbito científico del país.
“Hace exactamente 2 años, el Instituto Espacial Ecuatoriano fue creado con el objetivo de brindar a la nación la posibilidad de ingresar al entorno espacial. Las funciones principales que desarrollamos aquí tienen que ver con un amplio campo de investigación.
Uno de ellos es la teledetección, que se encarga de recabar información de la superficie terrestre con ingenieros espaciales y la creación de la geoinformación, que es útil, entre otras cosas, para la planificación de operaciones y estrategias militares”, dijo.
Uno de los planes a los que hizo mención Robles y que se logra por medio de la teledetección es el monitoreo de cultivos de amapola y de laboratorios de ilícitos.
El IEE fue creado mediante un decreto ejecutivo, el 19 de julio de 2012. Desde entonces, su trabajo técnico, científico e investigativo se ha orientado a alcanzar relaciones interinstitucionales con varios actores públicos y privados para la transferencia de conocimientos.
El espacio físico
En las inmediaciones del COES, que consta de un espacio de 4 hectáreas, funcionan actualmente 15 áreas de operaciones en las cuales se realizan varias investigaciones.
Uno de ellos es el proyecto Tecnología Espacial y Geofísica en la Gestión de Riesgos Geodinámicos.
Este tiene por objetivo investigar cómo la alteración de la dinámica fluvial en las zonas de montaña puede ser la causante de la amenaza por inundaciones en la parte baja o valle aluvial.
Galo Sandoval, subsecretario de Apoyo al Desarrollo, se refirió a este y otros proyectos, como un aporte esencial a la investigación tecnológica del Ecuador.
“El Ecuador vive una profunda transformación hacia una verdadera sociedad del conocimiento. Hemos propuesto una revolución para la generación de conocimiento a través de proyectos como este, que de seguro beneficiará al sector agrícola y ganadero del país”, dijo.
Trabajan allí 173 personas, de las cuales 20 son militares y el resto está formado por tecnólogos, ingenieros y técnicos en investigación que poseen títulos de cuarto nivel.
“Hasta 1982, esta estación formaba parte de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), donde se realizaban operaciones de trackeo.
Mediante esta función se hacían correcciones orbitales, posicionamiento y control de velocidad de los satélites que en ese entonces tenía Estados Unidos en el espacio.
A partir del 1982 hasta 1997, el Centro de Levantamientos Integrados de Recursos Naturales por Sensores Remotos (Clirsen) comenzó a operar en este lugar y trabajaba para obtener información detallada de esos satélites.
“Actualmente se siguen ejecutando estas funciones, sin embargo hemos ampliado nuestras actividades, no solo a la teledetección, que constituye un 20% de nuestras operaciones, sino también a otras áreas como la astronomía, física, teleobservación y monitoreo espacial, entre otros”, agregó Robles.
Para acceder al lugar, se debe viajar por la Panamericana Norte hasta la entrada al Parque Nacional Cotopaxi y desde allí, avanzar 8 kilómetros hacia el costado derecho.
Dos proyectos complementarios que el IEE espera desarrollar a mediano plazo son la creación de un radio telescopio y el lanzamiento de un satélite propio al espacio, el cual sería operado desde esta estación por personal ecuatoriano.
Sistema de antenas
En el COES actualmente hay 4 antenas receptoras.
La más grande de ellas tiene una altura de 10 metros, es la más antigua y se encuentra fuera de operaciones. Era usada por la NASA para el trackeo y monitoreo de los satélites que pasaban por el Ecuador.
La segunda tiene una bandeja receptora de 3,6 metros, con la cual se recibe la información de satélites observatorios de la Tierra. Fue instalada en 1989 y a partir de 1990 empezó a recibir información de los satélites Landsat, de Estados Unidos, y Spot, de Francia.
Una pequeña antena de 4 metros de diámetro es la encargada de recabar información de satélites meteorológicos. Actualmente recibe reportes del satélite GOES, encargado de emitir información para el pronóstico del tiempo.
Una serie de antenas planas, plataformas rectangulares y de una altura media se encarga de la referenciación y posicionamiento de satélites en el espacio.