Informales protestaron realizando trueque
Los policías municipales de Ambato empezaron a recorrer la calle Tomás Sevilla desde muy temprano (07:00), para solicitar a los comerciantes que desalojen la zona, al igual que la semana pasada.
“No hemos registrado mayores inconvenientes esta mañana (ayer), excepto algunos empujones, gritos y resistencia de los informales que aún no dan su brazo a torcer en cuanto a abandonar la Tomás Sevilla y alrededores de la plaza Primero de mayo”, manifestó Fernando N, policía municipal.
Pero para María Belén Yugcha, una de las dirigentes de los informales hubo anomalías. “Sí hubo algunos altercados entre comerciantes y policías municipales, en los que resultó afectada en su visión una vendedora, producto del gas lacrimógeno que lanzaron los municipales para dispersarnos”.
Otro altercado se registró en la calle Francisco de Araujo, a las afueras de la escuela Venezuela, donde se permitió provisionalmente que se realice la feria informal.
“Desde temprano, todos los comerciantes estábamos en la protesta, pero después de una hora de iniciada, algunos vendedores se apostaron en la vereda en frente de la Primero de Mayo, y ahí surgió el problema porque todos querían hacer feria en esta zona, ya que según parece es la única zona permitida para la feria libre”, dijo Manuel Chicaiza, vendedor informal.
Aproximadamente 150 comerciantes se ubicaron en esta acera y durante todo el día, realizaron la feria a vista y paciencia de los municipales, quienes no se oponían a que los compradores se acerquen a esta zona. No así en la Tomás Sevilla, donde casi tres municipales por esquina, impedían la feria.
Casi a las 10:30, los típicos gritos de protesta tales como “No nos moverán” y “Feria Libre, permanente y sin impuestos” se cambiaron por “Si no vendemos, haremos trueque”. Y así fue, los comerciantes, ante la presencia de municipales que impedían la feria, empezaron a realizar el intercambio de productos.
Juan Bastidas, vendedor de escobas intercambió dos de esos productos, valorados en dos dólares, por una bolsa de tomates del mismo costo con una vendedora callejera de frutas.
Al igual que ellos, Sonia Yacchirema y Ernestina Chachipanta intercambiaron canela por achiote en polvo, según dicen para expenderlo en otra ciudad donde sí se permita la venta libre.
“Si no nos dejan vender, solo nos queda hacer cambio de productos, tanto para consumo propio como para la venta, para expenderlo en Latacunga o Salcedo, donde no nos impiden el comercio” manifestó Sonia Yacchirema.
Por su parte, Vicente Pérez, director municipal de Servicios Públicos, valoró el operativo de desalojo como moderado y sin inconvenientes; además de seguir buscando alternativas de solución.
“Hemos dialogado con los dirigentes de los informales para buscar una alternativa a esta problemática, y ha existido una respuesta favorable de parte de ellos enfocada en el diálogo. Nos reuniremos el miércoles de esta semana para dialogar con más calma y en algún sitio apropiado para este fin”, dijo Pérez.
Según María Belén Yugcha, ayer se habría hablado de la posibilidad de la reconstrucción de la plaza Primero de Mayo, donde se destinaría un espacio, posiblemente en un segundo piso para ubicar a los informales, pero esta construcción aún estaría por estudiarse y evaluarse, y de ser el caso, se realizaría el año que viene.
“Podría ser una solución razonable, pero una vez terminada la construcción del mercado Colón, que arrancó el mes pasado. Además, estaría por definirse si mientras esto pasa, se permita o no seguir con la feria libre en la calle”, dijo Yugcha. Otra propuesta es ubicarlos en una explanada junto al Mercado Mayorista, al sur de la ciudad.