Incendios forestales no dan tregua en dos zonas de Chimborazo
El lunes se registró un incendio forestal en la comunidad Punta de Agua Santa, de la parroquia Licán, el cual pese a los esfuerzos de los comuneros y los Cuerpos de Bomberos de Riobamba y Colta, se controló recién después de cuatro días.
Con ramas, palos, baldes, los 94 comuneros de Armenia (cercana al flagelo) intentaron sofocar las llamas que hasta el jueves habrían consumido unas 30 hectáreas.
“El lunes, a las 11 de la mañana, llamamos a los bomberos y entre todos logramos controlarlo, pero en horas de la tarde un viento fuerte reavivó el fuego y ya no pudimos apagarlo. Tres días lo hemos intentado, pero esto ya se escapa de nuestras manos”, indicó Manuel Buñay, habitante del sector.
Mientras, ocho miembros de casaca roja de Riobamba y cinco del cantón Colta, ingresaron por los pajonales para luchar, sin embargo la falta de alimento durante más de ocho horas empezó a desgastar al equipo.
“Vinimos sin desayunar. Nadie nos ha colaborado con agua, pues cada dos horas debemos hidratarnos, no obstante nuestra obligación es ayudar a las personas y no permitir que el flagelo se extienda, pues como esto es un monte, el viento colabora para que se expanda, y como está seco parece un combustible”, señaló Lucio Velasteguí, miembro bomberil.
Otra de las posibles causas que señala el cuerpo de bomberos para que se extienda el fuego, es que gran parte del bosque está talado.
“Está regado combustible por el sector debido a alguna labor que han desempeñado personas en este lugar. Por eso con una chispa esto se extiende. Tuvimos un incendio de copas, pues el fuego estaba en las puntas de los árboles”, explicó.
Hasta el lugar llegó un equipo técnico del Ministerio del Ambiente (MAE), con el fin de corroborar el daño ocurrido en el bosque, que en su mayoría es de pino.
“En vista del pajonal y el ambiente seco, personas que aún desconocemos han prendido fuego y esto se ha consumido. Había una cantidad de plantas propias de la zona que se perdieron, animales como conejos, especies pequeñas como ratones de campo, vida silvestre que han perecido. Esto nos duele mucho, pues aún no se miden las consecuencias de iniciar un incendio forestal”, señaló Diego Moreno, funcionario de la Unidad de Patrimonio Ambiental.
Anunció que se solicitará una investigación para dar con el o los responsables del hecho y luego iniciar una acción administrativa y legal. “El daño causado en el sitio es grande y se debe dar con los autores”, sostuvo.
Este sería el sexto incendio forestal en lo que va del mes de septiembre. Uno de los flagelos que cerró el mes de agosto fue en la parroquia San Juan, en la comunidad Gallo Rumi, en el cual se perdieron más de 50 hectáreas. El jueves en la tarde fueron controladas las llamaradas en la Armenia y en cuatro comunidades de Colta.
El MAE reportó además que el jueves se produjo otro desastre en los páramos de Zanja Pamba y Punibata, de la comunidad La Esperanza, zona de amortiguamiento de la Reserva de Producción de Fauna Chimborazo. Allí se quemaron 50 hectáreas de pajonal, almohadilla y romerillo en cinco horas. Asimismo se hallaron conejos silvestres calcinados.