Los habitantes de la parroquia Huambaló, en el cantón Pelileo (Tungurahua), empezaron en 2000 un proceso de transformación urbanística a largo plazo.

La mayoría de las tradicionales casas de adobe, bahareque y teja, que predominaban en el siglo XIX y se conservaron después del terremoto de 1949, fueron derrocadas y en su lugar se construyeron inmuebles modernos en los que se destacan las grandes vitrinas con abundante iluminación natural y artificial.

La causa de este cambio es la principal actividad económica en la que está inmerso el 70% de sus más de 14 mil habitantes.

La fabricación de muebles de sala, comedor y dormitorio desplazó definitivamente a la agricultura y ganadería. De hecho, a Huambaló se la denomina localmente como ‘la capital nacional del mueble’.

Los talleres artesanales empezaron a despuntar hace 40 años. A tal punto que en la actualidad hay más de 120, y cerca de 70 almacenes para la promoción y venta que están dispersos en barrios como Segovia, La Florida, La Merced, San Francisco y el centro del poblado.

Según el Municipio pelileño, mensualmente se manufacturan 150 juegos de muebles que se distribuyen en diversas provincias, pero el principal mercado es Quito. En promedio, un conjunto cuesta entre $ 600 y $ 1.200.

En ese contexto, ayer se realizó la presentación oficial de la ‘marca Huambaló’.

Se trata de una estrategia comercial que ha conseguido agrupar a los 3 gremios de fabricantes de esta parroquia con un solo objetivo: garantizar al cliente la calidad del producto y recibir quejas relacionadas con retrasos en sus pedidos o entregas.

“El plus de este sello se mostrará en todos los talleres y almacenes, para que los compradores sepan que detrás hay un comité que velará y garantizará calidad, durabilidad y cumplimiento oportuno”, explicó José Aguirre, representante del Gremio de Artesanos Ebanistas de Huambaló.

Esta parroquia se encuentra a 20 minutos de Pelileo. Una vía asfaltada de doble carril conecta a esta población con el resto del cantón y la provincia. Hay buses y camionetas que se encargan de transportar a la gente y a los productos.

Otra de las asociaciones que ha conseguido posicionarse bien en el mercado zonal y del país es el Centro Artesanal Huambaló (Cenarhu). Esta organización, incluso, organiza una expoferia antes de la Navidad y este año alista la edición IXX.

“La marca nos obliga a todos los productores a esforzarnos por presentar buenos diseños, materiales de primera y excelentes acabados amigables con el ambiente. Se han dado casos de quejas de usuarios en cuanto a la durabilidad de lo que compraron y no tenían dónde canalizarlas. Ahora podrán hacerlo y con eso estamos transparentando una actividad económica que nos ha dado prestigio en el Ecuador y que nos permitirá algún momento exportar”, dijo Ricardo Mejía, artesano de la organización de independientes y que hace un año regresó de Italia.

En las nuevas construcciones se abrieron almacenes con amplios ventanales en los que se muestran las camas, sillas, sofás, roperos, bares, adornos, etc. Las obras están estratégicamente ubicadas y armonizadas para ‘atrapar’ la atención de los turistas que arriban todos los días, pero en mayor cantidad los fines de semana y feriados.

Para Carlos Morales, flamante presidente de la Junta Parroquial, 2 de los inconvenientes que tienen los productores es la falta de unidad y la escasa promoción de esta comunidad artesanal.

“Por eso, presentaremos proyectos concretos y factibles a los diversos ministerios, para poder ubicar mejor nuestra marca y producción. Necesitamos ganar más mercados como el de Guayaquil y realizar ferias en otras provincias como lo hacen nuestros colegas cuencanos”, aseguró. Los fabricantes utilizan madera traída de la Amazonía como el canelo y el laurel. Adicionalmente, emplean aglomerados como el MDF. Los artesanos coinciden en señalar que, a pesar de haber adquirido maquinaria de punta para mejorar, los compradores todavía no aprecian el toque que ponen.

“La tecnología jamás reemplazará a la destreza de un buen ebanista. Por eso nos capacitamos continuamente, para lograr piezas casi perfectas que gustan mucho y duran toda la vida”, explicó Francisco Silva, vicepresidente de la Asociación San José de Huambaló que agrupa a 23 profesionales de este oficio.

Datos

La parroquia Huambaló se encuentra a 15 minutos del centro de Pelileo. Los 9 kilómetros de la vía, de doble carril, están asfaltados y se conectan con las 7 comunidades.

La Secretaría Técnica de Capacitación y Formación Profesional (Setec), el Municipio y la empresa Publicopias, se encargaron de capacitar a 1.300 personas involucradas con la agricultura orgánica, manufactura de muebles, confección de prendas y ganadería mayor y menor.

En Huambaló se realiza en diciembre la XVIII Expoferia del Mueble. En 2013 se organizó la edición XVIII, a cargo de los miembros del Centro Artesanal Huambaló (Cenarhu).

En el centro de este poblado, se abrieron en la última década restaurantes, negocios de tapicería y decoración que colindan con más de un centenar de talleres y almacenes donde se exhiben los muebles. Cenarhu cuenta con un exhibidor permanente de más de 500 metros cuadrados.

Esta parroquia también es visitada por turistas que quieren observar el proceso eruptivo del volcán Tungurahua, pues está muy cerca del coloso que se reactivó desde 1999.