El martes  se confirmó el cierre del 50% de las instalaciones y servicios del hospital Vozandes, ubicado en la parroquia Shell (cantón Mera), de la  provincia de Pastaza.

Las áreas de hospitalización, quirófanos, emergencias nocturnas, alimentación y administración fueron suspendidas. Mientras que la consulta externa, laboratorio clínico, farmacia, rayos x y ecografía continúan atendiendo.
Un grupo de 25 empleados,  de los 65 que venían laborando hasta el lunes, fue despedido.

La cancelación total de los servicios y el despido del 100%  del personal se cumplirá hasta el 31 de diciembre.
Los exempleados, en su mayoría  extranjeros, esperan que su liquidación se realice de acuerdo a lo establecido en la Ley.

El centro hospitalario, que funcionó en Pastaza por más de 55 años, pertenece a  la misión evangélica HCJB, originaria de Estados Unidos. Sus administradores decidieron cerrar sus puertas debido a un déficit económico anual que llegaría a los 500 mil dólares.
Frente a esta medida, la comunidad de Shell ha buscado alternativas para evitar el cierre del sanatorio.

Desde el pasado jueves, los integrantes del Comité de Salvación del hospital Vozandes, liderado por el médico Germán Suárez, mantienen reuniones permanentes con las autoridades del sector para lograr acuerdos con entidades privadas y públicas, e instituciones internacionales.

Movilizaciones

Una de las acciones tomadas por la organización fue la denominada “Marcha de Salvación del Hospital” que se realizó la tarde del martes, con la participación de aproximadamente  300 personas.

El recorrido que inició a las 17:00 desde las oficinas del aeropuerto Río Amazonas.
Los asistentes, que caminaron por alrededor de dos horas vistiendo camisetas blancas,  manifestaron la necesidad de que su comunidad cuente con un nuevo centro médico que reemplace al que se cierra.

Las consignas fueron también para sensibilizar a las autoridades para que busquen  medidas adecuadas y los ciudadanos no se queden sin la atención.
 Varios niños que formaron parte del recorrido portaron carteles con leyendas que decían: “Yo nací en el Vozandes”. 

Ekehart Wolff, misionero y médico extranjero, que realizaba su trabajo en el área administrativa, aseguró que los pocos servicios que seguirán ofreciendo hasta diciembre, podrán ser solventados con ingresos que proporcionen los pacientes.

Suárez, quien lidera el comité de salvación, hizo un llamado a las autoridades locales, empresarios y grupos de poder económico para que se involucren en la causa y ofrezcan su aporte para crear un centro hospitalario propio para los habitantes de Pastaza.

Las autoridades de salud de la provincia han ratificado que no pueden actuar en la decisión tomada por los dueños del hospital.

La solución anunciada por esta Cartera de Estado es que se procederá al  equipamiento y fortalecimiento urgente del subcentro de salud de Shell.
Esto con el propósito de que los moradores  del sector no se queden sin servicio de médico, ante el cierre de la casa de salud. (SU)