Guarderías del MIES atienden a más de 2.000 niños
Curiosamente, todos los niños están sentados en orden. No hacen un solo ruido y, curiosos, se limitan a mirar la luz y escuchar el sonido que emite la cámara de fotos al momento de captarlos. Son pequeños de entre 0 a tres años que están al cuidado del personal de uno de los centros infantiles del Buen Vivir (CIBV) en Bolívar.
Una de las políticas prioritarias actuales del Estado ecuatoriano es brindar atención a los niños, niñas y adolescentes del país. Por ello se espera que en el transcurso de este año, se construyan tres unidades infantiles más en la provincia, las que serán parte de los 250 centros que se edificarán a nivel nacional.
Estas tienen el objetivo de brindar alimentación y cuidado a niños comprendidos en la etapa de vida antes citada.
Las nuevas instalaciones estarán en las comunidades de Laigua, Pímbalo y Miraflores de la parroquia Simiatug. Para Katy Salazar, habitante de Simiatug, es importante la creación de los CIBV. “Como madre tengo que llevar el sustento a mi casa y paso en el trabajo la mayoría del tiempo. Es de gran ayuda el servicio que están brindando”, indicó.
A largo plazo se prevé que se construyan cuatro centros más en toda la provincia. En Veintimilla y Bilován, en el cantón Guaranda; en la parroquia Las Mercedes, en Caluma, y en el cantón Echeandía.
El monto que se invierte es de entre 300 y 400 mil dólares por unidad. Ocupan una extensión de 1000 metros cuadrados (m2). Y la capacidad de los centros varía de 40 a 60 niñas y niños.
En el primer caso (40 niños y niñas), el personal a cargo está compuesto por siete personas. Cuatro se encargan del cuidado, dos de la alimentación y otra más cumple la función de coordinadora.
Mientras que en las unidades para 60 menores, el personal para cuidado aumenta a seis y para alimentación, a tres. En esta situación también hay un coordinador.
Esto porque, según el esquema de los CIBV, por cada 10 niños debe haber una persona para el cuidado.
“La inversión no solo tiene que ver con infraestructura. Nos preocupamos también de la calidad de los profesionales que laboran”, indicó Miguel Ruiz Guevara, Director Distrital del MIES en Guaranda. Añadió que los técnicos de las unidades son especializados en educación inicial, mientras que los infantes reciben cuatro comidas durante las ocho horas que permanecen en los centros. “Al mismo tiempo que se brinda ayuda a los padres, también se forma a los niños. Ellos aprenden relacionarse, a ser independientes”, explicó Dolores Gavilanes, coordinadora de los CIBV en la provincia.
En Bolívar, se da atención directa a 2.159 niños a través de los CIBV, mientras que bajo la modalidad de convenios con los gobiernos autómos descentralizados cantonales, se atiende a más de 100 niños extras.
Las familias que reciben el apoyo del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) son de escasos recursos.
Otro de los programas emprendidos para la atención de los menores de edad es Creciendo Con Nuestros Hijos (CNH). Este es un servicio en el que técnicos se trasladan a los domicilios. El sistema CNH da cobertura a 3.500 niños, principalmente de los sectores rurales. “El personal debe ser el adecuado; caso contrario, no podrá afrontar las actividades que surgen en el centro. Trabajar con niños es bastante complejo, hay que tener paciencia, pero a la vez es muy constructivo”, indicó Gavilanes.
El MIES ha firmado, además, en las provincias de Chimborazo, Tungurahua, Cotopaxi y Pastaza, 167 convenios para la atención de grupos vulnerables de la población.