Los sábados o domingos en la mañana, Sara Torres acude al mercado América para comprar frutas y hortalizas. Ese centro de expendio está situado al suroriente de Ambato.

“Yo vivo en Atocha, prácticamente al otro lado de la ciudad, pero concurro a ese lugar porque sé que los productos son agroecológicos. Hoy debemos cuidarnos mejor en lo que comemos para no contraer enfermedades como el cáncer”, afirma Inés Rodríguez, ama de casa.

Esta tendencia va en aumento en Tungurahua con apoyo del Gobierno Provincial, el Ministerio de Agricultura, Acuacultura y Pesca (Magap) y diversas organizaciones de indígenas y de campesinos.

Es el caso de los Productores Agroecológicos y Comercio Asociativo de Tungurahua (Pacat) que empezó en 2006. Agrupa a 36 organizaciones de base, que representan a 350 productores agroecológicos ubicados en los 9 cantones. El 40% de los participantes son indígenas. Sus objetivos son sembrar y vender productos limpios de pesticidas químicos, directamente en las ferias y mercados de la provincia y la región sin intermediarios.

Cada finca vinculada a Pacat tiene que ser certificada por la Unidad de Certificación de Agricultura Limpia de Tungurahua.

Las mercancías se ofertan en las ferias de la plaza Pachano (sábados de 06:00 a 13:00) y en Huachi Chico (domingos de 07:00 a 12:00), en Ambato.   

“Queremos que los alimentos que salen del campo sean más sanos. Este proceso se fundamenta en la transformación de los desechos de materia verde y de animales para conseguir el abono orgánico que permite mejorar la alimentación de la familia”, explicó Manuel Ullauri, director de Desarrollo Social del GPT.

La meta provincial es implementar plantaciones similares a la Granja Agroecológica con la que cuenta el GPT en el barrio Santa Marianita en el cantón Píllaro, desde 2009.
Luis Chungata, administrador, explicó que en esta propiedad de 11 hectáreas, las sustancias tóxicas como plaguicidas o pesticidas químicos dejaron de utilizarse. “En su lugar, se abona con compost (fertilizante hecho con desechos domésticos, deyecciones animales y yerbas). Se emplea humus (sustancia producto de la descomposición de material orgánico) y bioles (líquidos obtenidos con la fermentación del estiércol y agua)”, aseguró Chungata.

En consecuencia, los cultivos de col, brócoli, lechuga, zanahoria, haba, mora, remolacha, uvilla, fresa, maíz, tomate, fréjol, nabo, cebolla; las vacas lecheras, los senderos y los galpones de gallinas de campo y cuyes se convirtieron en un gran atractivo turístico y formativo.

Anualmente llegan más de 7 mil agricultores de los 9 cantones de la provincia y de otras de la región para aprender cómo hacer las siembras limpias y, luego, replicarlas en sus lugares de origen. En los últimos 5 años, más de 35 mil hombres y mujeres del campo han recibido técnicas prácticas para sembrar y regar, sin desperdiciar el agua mediante los sistemas de goteo y aspersión.  

Otra granja de características similares funciona dentro de las 57 ha del Parque Provincial de la Familia, ubicado a 7 km de Ambato en la vía hacia Quisapincha. Los visitantes pueden adquirir productos orgánicos como mandarinas, granadillas, uvillas, moras, limas, taxos, limones, moras, nísperos, entre otros, los domingos desde las 10:00. (I)