Fondo de manejo de páramos despierta el interés internacional
Siete peruanos y 13 dominicanos, representantes de diferentes asociaciones y organizaciones gubernamentales de sus respectivos países, visitaron Tungurahua con el objetivo de analizar y aprender sobre los programas de conservación y mantenimiento del recurso hídrico en la provincia.
“Conocemos que dentro de Ecuador, Tungurahua es una de las provincias que más destaca en el cuidado del agua y su correcta utilización tanto para consumo humano como para regadío. Y esperamos llevar a nuestros países una visión más global de este tema, a más de compartir experiencias con los técnicos del Fondo de Páramos sobre la situación actual de nuestros países con respecto a la conservación del agua”, señaló Mariana Hidrobo, dominicana.
El Fondo de Conservación de Páramos forma parte del nuevo Modelo de Gestión tungurahuense y se ha destacado por la participación de los pueblos indígenas como guardianes primarios de las fuentes naturales del agua.
Carlos Díaz, presidente del movimiento indígena de Tungurahua, manifestó al respecto: “Este proyecto de cuidar las fuentes del agua no es reciente; más bien data de cientos de años, ya que nuestros antepasados ya consideraban importante cuidar y mantener correctamente los páramos como fuentes originales de agua”.
Señaló, además, que actualmente, en Tungurahua se trabaja en diferentes locaciones para conservar el agua; entre ellas Pasa, San Fernando, Quisapincha, Pilahuín, Santa Rosa, Pelileo, Píllaro y Unocan.
El Fondo de Conservación de Páramos tiene como objetivo financiar programas para el manejo, conservación, protección, preservación y recuperación de ese ecosistema.
El Fondo se financia a través de la administración y de las rentas que producen un fideicomiso que se inició en junio de 2008. Los aportantes son el gobierno provincial de Tungurahua, la Empresa de Agua Potable de Ambato, tres movimientos indígenas de la provincia y las compañías Hidroagoyán e Hidropastaza. Cada institución aportó 450 mil dólares, de los que el 60% se invierte con fines de rentabilidad y el 40% restante, en los programas de manejo de páramos.
Este presupuesto permite entregar recursos durante los próximos 15 años para planes de manejo y conservación, cuya meta central es recuperar alrededor de 25 mil hectáreas de páramos.
El Fondo cofinancia al momento, el plan de manejo de páramos de la Corporación de Organizaciones Campesinas Cristóbal Pajuña, con un monto aproximado de 36 mil dólares. El proyecto beneficia a más de 1.200 familias que habitan en las comunidades de El Salado, Loma Gorda y Escaleras en el páramo de Llangahua.
Otra de las zonas de intervención está ubicada en las comunidades de Yatzaputzan y Tambolom, donde se beneficia a aproximadamente 1.000 familias con la producción de pastos, forrajes, cultivos andinos, mejoramiento genético animal. De esa forma, la población está comprometida a cumplir con el objetivo primordial de cuidar de las 2.320 hectáreas declaradas comunalmente áreas de protección.
“Los compañeros nos han visitado con el objetivo de conocer el proceso de participación ciudadana del nuevo modelo de gestión; además de conocer cómo fue creado el Fondo de Protección de Páramos, ya que a nivel mundial una de las alternativas que se está generando en temas de estrategias de conservación de agua es la creación de organismos financieros locales. El de Tungurahua destaca por la participación ciudadana y tiene como gestores a los movimientos indígenas”, dijo Óscar Rojas, secretario técnico de la entidad que resguarda a los páramos tungurahuenses.
Señaló, además, que para cumplir la tarea es necesario respetar la frontera agrícola, que está ubicada a los 3.400 metros, así como el tratamiento de desechos, la reubicación de ganadería fuera de la frontera agrícola y la eliminación del uso de químicos en el suelo.
Por su parte, Fernando Naranjo, prefecto de Tungurahua, indicó que la participación ciudadana es un elemento fundamental para concretar una agenda de desarrollo provincial que se va efectivizando cada año con más obras que mejoran la calidad de vida del colectivo y que entre ellos está precisamente el manejo adecuado de los páramos.