La tradicional Feria de Finados, evento comercial más importante de la región en noviembre, tras una semana de funcionar en la Quinta El Rosario desde el sábado continuará en las principales calles de Pinllo.

Más de 600 comerciantes estarán presentes en las avenidas del famoso barrio ubicado al sur de la urbe, para reanudar la venta de juguetes de barro, hojalata, madera, tela, así como calzado, ropa, electrodomésticos, utensilios de cocina, útiles escolares, artesanías, entre otras mercancías.

Hasta hace pocos días la Junta Parroquial de San Bartolomé de Pinllo adjudicó más del 90% de los 650 puestos allí disponibles.

“Ya hemos alquilado alrededor de 550 locales. Los 100 restantes se empezaron a adjudicar ayer en las oficinas del Gobierno Parroquial. Hay gran expectativa entre los vecinos pues la feria convoca a miles de turistas de la región y dinamiza la economía de restaurantes, tiendas, almacenes de textiles, agrícolas y otros establecimientos de Pinllo”, dijo.

A más de la venta de los artículos antes descritos, en la feria también se expenderá artículos tradicionales de Navidad como bombillos, árboles decorativos, castañas, disfraces y demás mercancías de la época.

“Si bien a finales de octubre y primeros días de noviembre, la mercancía más vendida son las  artesanías, en la nueva ubicación se expenderán además materiales para adornar los árboles navideños, como sistemas lumínicos, caramelos, galleteas y otros dulces, trajes de Papá Noel, etc”, manifestó Edison Loaiza, comerciante pillareño.

Como él, cientos de mercaderes de Latacunga, Riobamba, Patate, Cevallos, Guaranda, Colta y otros cantones de la región, acuden al evento pues aseguran es el más productivo del año.

“No existe otra venta mayor de artículos navideños en la zona. Por ello anualmente arrendamos los locales en Pinllo y traemos a nuestros hijos y otros familiares, para que nos ayuden en el expendio pues la cantidad de gente que llega es inmensa”, señaló Lorena Masabanda, vendedora de Latacunga.

Al momento los artesanos y expositores ya están instalando sus locales en las seis calles circundantes a la iglesia y parque central. Cada local tiene un costo de $ 35.

Ese valor incluye el servicio de energía eléctrica y el servicio de guardianía de 12 vigilantes privados.  Además la Policía Nacional desplegará en el lugar un fuerte contingente de agentes para reforzar la seguridad.

Los agentes de tránsito y movilidad de la urbe también se harán presentes para garantizar el orden y control en todos los accesos.

“Hemos planificado con antelación un fuerte operativo en la parroquia. Allí se desplazará personal de la Unidad, así como de patrulleros y motos para facilitar la fluidez a los automotores que acudan a la feria”, dijo Edward Gaibor, director de Tránsito Transporte y Movilidad del Municipio. (I)