La dirección municipal de Servicios Públicos de Ambato habilitó este año 1.880 locales comerciales para el desarrollo de la tradicional Feria de Finados.

Este evento, que es uno de los más rentables de la región y folclóricos del país, se realizará a partir del 24 de octubre.

En esta ocasión, volverá a desarrollarse en la Quinta El Rosario, ubicada al sur de la urbe.

Comerciantes de Tungurahua y provincias vecinas expenderán en forma masiva juguetes, textiles, calzado, utensilios de cocina y artesanías de barro, hojalata, madera y otros materiales.

Jonathan Álvarez, director de Servicios Públicos, explicó que el actual número de puestos disponibles es superior al de 2014.

“Hace un año se adjudicaron 1.444 locales comerciales. Este año, el personal encargado de definir los  puestos ha distribuido muy bien el espacio disponible en el recinto, sin descuidar la habilitación de pasillos amplios que permitan una fluida circulación peatonal y respetando los accesos”, dijo.

El funcionario explicó además que al momento se encuentran habilitadas las baterías sanitarias y parqueaderos.

“Contamos con el apoyo de Policía Municipal, Dirección de Tránsito, Policía Nacional, Empresa de Agua Potable, Cuerpo de Bomberos, Empresa Eléctrica, entre otras entidades, para garantizar el suministro de servicios básicos, así como el orden y control en la Quinta y calles circundantes”, agregó.

Adjudicación de locales

El alquiler de puestos por parte de la dirección de Servicios Públicos se realizará previo a la presentación de documentos habilitantes que justifiquen una actividad comercial legal, entre ellos, el certificado del Servicio de Rentas Internas, y especificación del tipo de negocio a ejercer.

Este proceso inicia el 16 de octubre, en la Quinta El Rosario.

Del 19 al 23 del presente mes iniciará la  adjudicación de locales y la feria se extenderá hasta el 3 de noviembre.

Norma Freire, hojalatera y comerciante ambateña, se muestra a favor de la medida pues considera que de esta forma se evitará el desorden y reventa de puestos.

“Así se asegura que las personas que sí nos dedicamos a la actividad artesanal podamos expender gran parte de nuestra producción”, dijo.

Ella, al igual que muchos otros comerciantes, tiene su taller en Ambato y se beneficiará económicamente de la llegada de miles de turistas a Ambato en noviembre.

También es el caso de Roberto Tenesaca, carpintero que elabora juguetes y otros artículos elaborados con diferentes tipos de madera.

“La época de Finados es esperada por muchos colegas pues vienen personas de Quito, Guayaquil, Manta, Cuenca, Puyo y otras ciudades a adquirir los tradicionales pitos, carros, aviones y demás juguetes, para regalarlos a sus hijos”, dijo.

La Feria de Finados no es exclusiva para comerciantes y artesanos de Tungurahua.

Según datos municipales, mercaderes de Azuay, Pastaza, Cotopaxi, Chimborazo y otras provincias más, expenden su producción en la Feria.

Sin embargo, del total de comerciantes, el 70% son tungurahuenses.

El parqueadero del recinto tiene capacidad para 400 vehículos, en el que personal de seguridad vigilará el orden durante todo el día.

Además, existirá control de ventas informales por parte de la Policía Municipal en las calles Barcelona, Córdoba, Manuelita Sáenz, Murcia y Valencia, circundantes a la Quinta El Rosario.

DATOS:

Entre las artesanías más comercializadas en la Feria de Finados están los juguetes de barro, como pitos, alcancías u otros. El precio varía entre $2, $5 y $10.

También se expenden carros, aviones y representaciones en miniatura de árboles, casas y estrellas, de madera. Los talleres donde se los elabora están en los barrios Picaihua  e Izamba, de Ambato.

Una semana después de finalizada la Feria en la Quinta El Rosario, las ventas se trasladan a las calles del tradicional barrio Pinllo, ubicado al suroeste de Ambato. Allí la comercialización dura 7 días.

Contará con locales de venta de colada morada, una bebida preferida por lo visitantes, cuyo precio varía entre $0,75 y $1, y se sirve acompañada de una empanada o la tradicional ‘guagua’ de pan. (I)