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Tungurahua, cotopaxi, chimborazo y pastaza son sensibles a deslaves, erupciones, sismos, etc.
Familias deben organizarse frente a los riesgos
Las provincias de la Sierra centro están amenazadas por deslaves, inundaciones, erupciones volcánicas, sismos, entre otros. “De ahí que es importante de que cada familia se organice para conocer los riesgos que hay en su entorno. Padres e hijos deben hablar sobre las zonas de seguridad, la mochila de emergencia y los planes de contingencia”, explicó Pablo Morillo, jefe Zona 3 de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR).
El volcán Tungurahua entró en proceso eruptivo desde 1999 y el Cotopaxi lo hizo desde agosto de 2015. El coloso tungurahuense se ha mantenido con períodos de reactivación que se han caracterizado por explosiones con cañonazos, flujos piroclásticos, bramidos y temblores de suelo y de ventanas de las viviendas cercanas.
El 5 de agosto de 1949 ocurrió un terremoto en Tungurahua. Este remezón, según el Instituto Geofísico (IG), se dio a las 14:08 y su epicentro, de acuerdo a las últimas investigaciones, se ubicó en una falla al sur del Nido Sísmico de Pisayambo, aproximadamente a 20 km al nororiente de Pelileo.
La magnitud calculada en función de las intensidades generadas fue de 6,8 con una profundidad menor a 15 km. Unas 6.000 personas perdieron la vida; alrededor de 100 mil quedaron sin hogar y el área afectada fue de 1.920 km2. Las ciudades con mayor destrucción fueron Pelileo (100%), Píllaro (90%), Guano (80%) y Ambato (75%). Los efectos del terremoto se extendieron hasta las provincias de Tungurahua, Cotopaxi, parte de Bolívar, Pichincha y Pastaza.
En cuanto al Cotopaxi, casi 300 mil personas viven en zonas amenazadas por lahares y que serían afectadas en caso de que se repitieran los procesos eruptivos acontecidos en los siglos XVIII y XIX. Por eso, hay ejercicios de evacuación. (I)