Ex comerciantes de La Cocha no tienen clientela
A un mes de la apertura de los nuevos edificios de los mercados Mayorista y Cerrado, persisten los problemas para los comerciantes.
La presencia de los informales y la reubicación, desde la plancha norte a la sur, de aquellos que estaban en este último centro de abastos, los tiene con las ventas prácticamente nulas.
Las autoridades anuncian medidas para controlar a quienes ofrecen sus productos fuera de los establecimientos.
Según la Dirección de Servicios Públicos del Municipio de Latacunga, en la explanada La Cocha laboraba un total de 661 comerciantes de legumbres, frutas, y abarrotes. De ellos, 452 fueron llevados al Mercado Cerrado y los 200 restantes al Mayorista, que se encuentra en el costado izquierdo de la Panamericana Norte.
Augusto Molina, titular de esa oficina, explicó que los requisitos para ingresar al Cerrado consistían en ser oriundo de la ciudad, estar catastrados, tener el certificado de no adeudar al cabildo, de haber asistido a los talleres y las solicitudes reglamentarias.
Blanca Tipán, comerciante de abarrotes, contaba con todos los requerimientos, pero en cambio proviene de Saquisilí. Eso le impidió su acceso al centro de abastos.
Ella al igual que otros fue ubicada en la plancha sur del Mayorista, conjuntamente con los vendedores de frutas, verduras y ropa que también llegaron de la explanada La Cocha. “Los primeros 15 días vendimos más o menos bien, pues como estábamos juntos las personas acudían a un solo lugar y adquirían todo lo necesario”, dijo.
Tipán relató que la situación cambió hace una semana para las 23 comerciantes de abarrotes, pues las reubicaron en la plancha norte, a una distancia aproximada de 50 metros de las frutas y verduras.
“Ahora estamos aquí botadas. No he vendido nada”, comentó.
Afectados por informales
Para Tipán, los únicos días en los que sale su mercadería son los sábados, sin embargo se presenta otro problema: los informales.
“Nos inundamos de ellos. Como recorren las calles, venden más que nosotros”, aseguró.
Molina aseveró que los controles a los comerciantes ambulantes son estrictos, no solo en el mercado Mayorista, sino en la zona regenerada de El Salto, donde se ha dispuesto a 50 policías municipales.
Explicó que en el caso de los informales encontrados en la vía pública se les retira la mercadería y deben pagar una multa equivalente al 10% del salario unificado del trabajador. Si es reincidente la sanción económica sube hasta el 50%. “La ejecución de esta sanción le compete a la Comisaría Nacional”, recalcó.
Betuneros reclaman
En el sector de El Salto laboraban 30 betuneros que fueron reubicados en la plaza Sucre, -dos cuadras hacia el sur-, con la promesa de permitirles volver a su habitual lugar de trabajo cuando termine la regeneración urbana, sin embargo el alcalde Rodrigo Espín, aseguró que esto no será posible.
“Cuando trabajábamos en ese sector hacíamos hasta 15 dólares diarios, ahora máximo llegamos a 4. Cobramos 40 centavos por limpiar los zapatos”, dijo Blanca Ronquillo, presidenta de la Asociación de Betuneros Latacunga.
Al respecto, Molina informó que por disposición del Municipio se les otorgó un espacio en el lado sur del Mercado Cerrado, en la avenida Cinco de Junio, entre las calles Simón Bolívar y Antonia Vela.
Los miembros de la Asociación se niegan a trasladarse al sector.
“Queremos regresar al lugar de donde nos sacaron. El señor alcalde nos aseguró que retornaríamos a nuestro lugar de trabajo”, sostuvo Ronquillo.