En camionetas, vehículos particulares y buses, de a poco fueron llegando los moradores de las poblaciones cercanas al volcán Tungurahua hasta el albergue ubicado en el reasentamiento de La Paz, a diez minutos del centro de Pelileo.

Este asentamiento fue inaugurado hace más de dos años, con la finalidad de proveer un sitio seguro donde puedan residir los evacuados por emergencias de la actividad volcánica.

Lira Villalva, gobernadora de Tungurahua, manifestó que la respuesta de las autoridades ante la abrupta erupción fue inmediata.

“El COE fue convocado a las 19:30 y se coordinó de inmediato la evacuación de estos dos poblados por el comportamiento del volcán.  La Secretaría de Gestión de Riesgos cambió la alerta, de amarilla a naranja, en los sectores de alto riesgo” dijo.

A más de esta dependencia, el COE provincial está conformado por la Policía Nacional, Bomberos, Cruz Roja, Ecu-911 y Ministerio de Salud Pública.

Villalva señaló además que hoy (domingo 2 de febrero) se realizará recorridos por zonas tradicionalmente afectadas por la caída de ceniza, como Quero y Mocha, en compañía de funcionarios del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), para verificar las condiciones de los sembríos de estos dos cantones donde la actividad agrícola y ganadera es vital para su desarrollo económico. Maíz, papa, fréjol, manzana, claudia y zanahoria son algunos productos que se cultivan en la zona.

La cámara que el sistema integrado de seguridad ECU-911 de Ambato se mantiene activada para el monitoreo y vigilancia permanente del comportamiento del coloso. Ayuda a solventar la pérdida de cámaras del Instituto Geofísico, producidas por la bajada de flujos piro clásticos en zonas aledañas al volcán. El sistema de vigías de esta institución también colabora con el monitoreo del comportamiento eruptivo.

En este momento, todas las vías de acceso a Baños se encuentran abiertas, luego de que fuera cerrada temporalmente la carretera principal que conecta a este poblado con Ambato, debido al descenso de columnas de ceniza por los cuatro flancos del volcán. Personal policial se encuentra en control permanente en el sector Los Pájaros, para vigilar el tránsito vehicular y comunicar cualquier cambio en el comportamiento del coloso.

Pese a haberse decretado la evacuación inmediata de sectores considerados peligrosos por la cercanía al volcán, algunos moradores de Chacauco y Cotaló no han querido salir, permaneciendo en sus hogares bajo su propia responsabilidad y riesgo.

“La razón para no abandonar nuestras casas es el peligro de robo, no solo de nuestras casas, sino también de nuestro ganado y nuestras herramientas agrícolas. Ya tenemos experiencia en estos casos, a pesar que los militares cuidan estos poblados, los amigos de lo ajeno siempre nos roban”, señaló Alberto Altamirano, anciano morador de Chacauco.

Junto a él, cuatro vecinos más permanecen en el lugar custodiando no solo sus casas, sino las de sus vecinos que si han evacuado.

Del mismo modo, en Cotaló un total de doce personas han decidido no salir, con la misma motivación de los anteriores.

Un camión con seis militares y un constante recorrido policial acompañan a estos pobladores, quienes afirman ya no asustarse por los bramidos y fumarolas nocturnas que el volcán emana.