Estación de Urbina, una parada al filo del Chimborazo
La estación del tren de Urbina, en el cantón Guano, es uno de los puntos más altos de toda la línea férrea del Ecuador.
Llegar hasta este lugar genera una gran emoción a los turistas, por estar cerca de las faldas del nevado más grande del país y el punto más cercano al sol, el imponente Chimborazo.
Este apeadero forma parte del circuito denominado Tren del hielo, y en él se brinda una gran variedad de servicios.
El sitio fue construido con el objetivo de presentar a la comunidad y los visitantes las artesanías propias de la zona, como guantes, abrigos, bufandas hechas con lana de alpaca, entre otros productos.
Estos artículos son confeccionados por mujeres del sector, que se agrupan para fabricarlos y comercializarlos a los turistas.
Por otra parte, varios hombres del lugar realizan trabajos en tagua, como llaveros y adornos, que son adquiridos por los viajeros a manera de souvenir.
Carlos Allauca, fabricante de alfombras, expresó que los productos elaborados por su padre tienen tan buena acogida que, incluso, han sido llevados hasta la Casa Blanca de los Estados Unidos.
“Son artesanías ecuatorianas que traspasan fronteras”, manifestó Allauca.
Uno de los personajes más conocido en la zona es Baltazar Ushca, quien es considerado el último hielero del Chimborazo.
Este hombre, de 69 años, explica a los visitantes la dura tarea de extraer el hielo del nevado para venderlo en los mercados de Riobamba.
“Antes era sencillo sacarlo, porque estaba abajo. Ahora se debe subir mucho para conseguirlo”, comentó Ushca.
Alrededor de 65 mil personas han realizado este recorrido ferroviario, cuyo costo oscila entre los 12 y 15 dólares.
El inversión del Gobierno Nacional en la zona asciende a $ 280 mil.
Para Cristina Saltos, turista quiteña, ver de cerca el nevado fue una experiencia inolvidable. “El trayecto por este sitio es hermoso. Además, las personas son muy amables”, comentó.
Dentro del viaje ferroviario, las visitantes también pueden realizar caminatas por lugares cercanos al volcán, disfrutando de entornos naturales y culturales.
En este sentido, en la provincia el turismo comunitario ha ganado bastante acogida.