Espacios lúdicos son creados en los hogares
En los sectores Puembo y El Progreso del cantón Pujilí (Cotopaxi), 60 padres de niños y niñas que son asistidos por el programa Creciendo con Nuestros Hijos (CNH) del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) participaron en el segundo concurso de rincones lúdicos, que consistió en crear espacios coloridos y de entretenimiento para los menores en los propios hogares.
El certamen tiene como fin propiciar la adecuación de lugares de juegos para los niños y niñas de hasta 6 años en el interior de sus casas y que las familias, con materiales del medio circundante, creen las condiciones necesarias para el desarrollo de los pequeños.
Los padres de estas comunidades se esforzaron por ser originales en la creación de cada espacio; para ello utilizaron diversos tipos de materiales que iban desde los reciclados hasta los comprados.
Cada uno de los elementos que se utilizaron tenía como finalidad dar a los menores espacios de sano esparcimiento donde puedan experimentar y manipular materiales que aviven su interés y entusiasmo por todo lo que les rodea.
Dentro de los parámetros establecidos para participar en el concurso se estableció que los materiales utilizados deberían guardar armonía con el rincón lúdico; contar con la participación familiar en la construcción del espacio; crear identificación de la modalidad Creciendo con Nuestros Hijos en el hogar de los usuarios del servicio y, finalmente, conocer la importancia del rincón lúdico.
Gladys Castelo, técnica de la modalidad Creciendo con Nuestros Hijos (CNH), expresó la importancia que tiene el incentivo de esta clase de prácticas en los padres, madres y el resto de integrantes de las familias. “Los rincones lúdicos permiten el desarrollo del conocimiento basado, especialmente, en el afecto, el interés y la necesidad”. La idea es adecuar sus propios espacios dentro de casa de acuerdo con las actividades de los menores.
Luz Chiguano, madre de Erik, un niño de un año ocho meses obtuvo el primer lugar. Ella utilizó fomix, papel crepé, botellas de plástico, serpentinas, lana, papel periódico, papel brillante y con su familia elaboró adornos, dibujos y muñecos que, poco a poco, dieron forma a los espacios de esparcimiento hasta dar forma al rincón.