Entre fierros y recuerdos se vive en La Floreana
Si alguien busca un candado a prueba de delincuentes o un azadón que remueva la tierra más dura; o quizás unas herraduras que a más de proteger las patas de los caballos sirva como un amuleto de la buena fortuna, el sitio ideal para encontrar esa clase de objetos está ubicado en el centro de Ambato, en los cubículos de La Floreana, más conocidos como “el mercado de fierros”. Se trata de una de las primeras ferias de la ciudad, según recuerda doña Martina Salazar, ambateña de 94 años y habitante del sector Urbina.
“Cuando yo tenía unos 15 años, esta feria ya existía a un costado de la plaza Urbina. Creo que antes, al haber más agricultores, tenía más acogida por las herramientas que se vendían y por la infinidad de artículos que se podía encontrar. Ahora, como la agricultura ya no es una actividad que interese a los jóvenes, el sitio ha perdido su valor e importancia”, señaló Salazar.
Esta feria, que hace unos 40 años era parte de la plaza Urbina, junto con los Mercados Modelo y Central, representa más que un lugar comercial, una tradición para los ambateños debido a la historia y tradición que se encierran en ese espacio.
El “mercado de los fierros” lo componen ahora 35 cubículos ubicados al costado derecho de la calle Floreana 2, donde aún se puede hallar variedad de herramientas y artículos como candados, llaves, herraduras, cerraduras, palas, azadones, picos, hachas, cadenas, cuerdas, baldes, tinajas, entre otros.
La venta se realiza de lunes a sábado, y a quienes visitan el lugar les sorprende que los comerciantes son, en su gran mayoría, personas de la tercera edad e incluso algunos tienen dificultades motrices.
Ese es el caso de Zoila Pérez, comerciante de 77 años, quien es propietaria de su puesto desde hace 50 años. “La mayoría de comerciantes de esta feria somos de la tercera edad. Los puestos no han cambiado de dueños. Solo dos comerciantes que ya fallecieron hace unos cinco años dejaron en herencia a sus hijos los puestos. El resto, aunque enfermos y con dificultades para caminar, venimos todos los días a trabajar con la esperanza de vender nuestros artículos”, señaló Zoila, quien usa dos bastones para movilizarse debido a una artritis aguda en las rodillas.
Carmen Suarez (75 años), otra comerciante, recuerda con nostalgia que hace 40 años aproximadamente fueron trasladados desde el mercado Urbina hasta su ubicación actual.
Según dice, el cambio fue positivo porque antes estaban ubicados en un sitio que está destinado a la venta de comestibles y el negocio no era del todo bueno. “Nosotros somos pioneros en el sector y la ciudad, en la venta de artículos de ferretería y de agricultura. Los grandes ferreteros de Ambato de una u otra forma han aprendido del tema por la experiencia que han adquirido en este sector, al haber tenido sus padres o ellos puestos aquí. La feria en esta calle se realiza de lunes a sábado y a pensar de no tener una asociación, nos llevamos muy bien entre comerciantes”, manifestó Suárez.
Con una hoz en la mano, José Lema, comprador habitual de 75 años, caminaba en días pasados entre las vendedoras que, al avanzar por la calle a paso lento, le saludaban muy atentas.
“Yo compro en este sector desde que se construyeron los cubículos, más de cuatro decádas atrás. Soy agricultor y me gusta venir a comprar en este lugar, porque a más de encontrar los artículos que necesito, de vez en cuando jugamos una partida de cartas con los comerciantes que ya me conocen”, señaló José.
Por su parte, Edwin Fierro, administrador de mercados del Municipio de Ambato, y quien regenta el espacio, manifestó que la feria nunca ha presentado inconvenientes para el Cabildo y que se prevé una remodelación en este año.
“Dentro del plan de trabajo para 2013 está contemplada la remodelación de los cubículos ubicados en la calle Floreana 2 durante el segundo cuatrimestre. Mientras se hagan los trabajos de remodelación, a los comerciantes se les permitirá realizar la feria en la acera de enfrente de la misma calle y se los capacitará en temas de legislación municipal y otros” dijo Fierro.