En Pastaza, estudiar aeronáutica atrae a jóvenes de todo el país
La Escuela de Aviación Pastaza funciona desde hace casi 33 años en la parroquia Shell-Pastaza. En este centro anualmente se capacita a un promedio de 60 pilotos privados.
Entre la lista de graduados constan 32 promociones, en su mayoría jóvenes de la Amazonía y ciudadanos que llegaron desde diferentes provincias para aprender a pilotar una nave.
Belisario Carrasco, presidente del Aero Club Pastaza y director de la Escuela, indicó que cuentan con la licencia para formar pilotos privados y comerciales otorgada por la Dirección General de Aviación Civil del Ecuador (DGAC).
Para la formación de los futuros aviadores disponen de cuatro avionetas Cessna 120 e instructores de alta jerarquía. Con ello, dijo, garantizan a los padres de familia que sus hijos e hijas estarán correctamente capacitados.
Actualmente, los alumnos reciben materias relacionadas al conocimiento del avión, pistas de toda índole, chequeo preliminar, navegación aérea, motores, meteorología y otras técnicas básicas.
La capacitación contempla el 60% de práctica y el 40% en la parte teórica. Se requieren de aproximadamente 264 horas de vuelo, conocimientos del instrumental por 78 horas y habilitación multimotor de 10 horas.
El curso de pilotos privados tiene una duración de 8 a 10 meses y puede variar de acuerdo a la situación climática de la zona, pues en ocasiones impide o favorece cumplir con las clases. El costo es de aproximadamente 8.500 dólares.
Otra opción de trabajo
Una vez graduados los pilotos privados tienen la opción de seguir sus estudios para formarse como pilotos comerciales. Para el efecto deben tener como requisitos básicos el conocimiento del idioma inglés y haberse capacitado.
Este capacitación tiene una duración de 2 a 3 años, tiempo en el cual realizan el curso de instrumentos, curso de multimotor y 200 horas de vuelo.
Al término, la DGAC está en condiciones de otorgarles la licencia de piloto.
El costo de preparación para esta categoría llega aproximadamente a los 35 mil dólares.
Los aviadores formados en la Escuela de Pastaza, han llegado a volar en cielos internacionales entre ellos: el capitán Belisario Carrasco, quien trabajó para una empresa.
Nueva promoción
La escuela alista para fines de agosto la graduación de una nueva promoción. Los estudiantes tendrán la oportunidad de volar solos a bordo de una avioneta.
“Hay ocasiones en que el alumno no cumple la etapa y se resiste a volar. Debe tener un mínimo de 20 horas de vuelo” refirió Carrasco.
Marco es un joven que llegó desde Morona Santiago. Él se ha fijado como objetivo culminar el curso. “Quiero cumplir lo que prometí a mi familia. Es difícil. Volar la avioneta al principio debe dar nervios, pero con el tiempo se va teniendo confianza. Si continúa el apoyo de mi familia espero ser piloto comercial”, indicó. Según las autoridades de la Escuela, en los últimos años la demanda de cupos para formar pilotos privados se ha elevado. El centro de capacitación solo dispone de espacio para 25 alumnos por aula.