El martes último Inés Aguilar (60) y María Delia Quispe (67) llegaron a las 17:00  hasta la casa de la Junta Parroquial de Mulaló.

Ambas querían formar parte de la capacitación, que los técnicos de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) impartirían a los representantes de las 7 mesas técnicas parroquiales activadas ante una eventual emergencia.

La charla tardó unos minutos en empezar, entre tanto Inés y María Delia dialogaban sobre las múltiples ocasiones en que se había hablado de una reactivación. Quizás por ello prácticamente le perdieron el miedo a vivir a los pies del macizo de 5.897 metros de altura.   

La sala se llenó de a poco y aproximadamente 50 personas llegaron a la charla.

La temática estuvo enfocada en la concienciación de los riesgos y el trabajo coordinado entre las mesas técnicas parroquiales, cantonales y provinciales.

Lastimosamente, la segunda reunión de las 8 mesas técnicas en Latacunga no fue fructífera: 4 de ellas no pudieron presentar sus planes de trabajo debido a la falta de compromiso de sus integrantes. “Hay que establecer una agenda mínima de activación que significa trabajar desde la parte técnica y comunitaria, para que se establezca un plan familiar”, explicó Diego Molina, analista de Seguridad Ciudadana y Gestión de Riesgos, del Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Latacunga.

El plan familiar es una estrategia que involucra a los miembros de cada núcleo a estar preparados ante un posible evento adverso.

Asimismo, implica estar atentos a los comunicados oficiales, tener reservas de agua, alimentos no perecibles, medicinas, equipaje y todo lo necesario para enfrentar una situación urgente.

Inés y María Delia escucharon con atención el plan familiar, sin embargo ninguna de las dos tiene una idea clara de los pasos a seguir de ocurrir una eventual erupción. “Hay que confiar en Diosito. Yo me he de quedar nomás en la casa con mi mamacita y mi hija”, pronunció convencida Inés.

En tanto que su vecina y compañera tiene la firme idea de evacuar hasta el sector de El Censo, una parte alta considerada por las autoridades como sitio seguro.  

Según el presidente de la Junta Parroquial de Mulaló, Mario Rocha, se trabajó en el reconocimiento de los espacios determinados por las autoridades que son: Macaló Grande, Salatilin, Trompucho, Isinche Alto, José Guango Alto y Guangaló. A estos lugares se accede mediante 10 minutos de caminata desde cualquiera de los ocho barrios considerados como zonas de riesgo.

Estos sectores, de los 26 que conforman la parroquia, acogen a cerca de 5 mil habitantes de los 14 mil que conforman Mulaló. “Las autoridades nos han dicho que estemos tranquilos, que no hay de qué alarmarse”, recordó Rocha.

Pero la realidad que perciben los moradores más cercanos a la montaña es otra.     

Mario Tello, por ejemplo, reveló que el caudal del río Cutuchi aumentó en los últimos meses, a la vez que se tornó más oscuro, fenómeno que se volvió notorio en el sector de Churumpinto, ubicado aproximadamente a 4 kilómetros del centro de Mulaló.

Así también los bramidos del gigante ahora se escuchan y guardan semejanza, según el ciudadano, “con los truenos durante una tempestad”.

“Lo notamos cuando llevamos a pastar a las vacas. Nos conversamos entre nosotros, pero no nos queda más que esperar a ver qué pasa. Hemos vivido toda la vida con un vecino peligroso”, comentó Tello.

Al concluir la capacitación Inés y María Delia se despidieron con un abrazo. Ellas recuerdan los sustos anteriores, pero el miedo se convirtió para los habitantes de esta parroquia en una especie de compañero indeseable.

El fin de semana el coloso expulsó vapor, fenómeno que pudieron observar habitantes de la capital de la República. La columna se elevó hasta los 1.000 metros. (I)

Se descarta una erupción súbita en el volcán

La Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) indicó que se mantiene la alerta blanca en las zonas aledañas del volcán Cotopaxi. La entidad descartó la posibilidad de una erupción súbita del coloso.

La conclusión fue sacada en base a los datos proporcionados por el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN) y el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).

En mayo se registraron 3.200 sismos, pero los eventos están dentro de los rangos moderados y no significan una erupción en el corto y mediano plazo, explicó Mario Ruiz, jefe del departamento de Geofísica del IGEPN.

Recordó que las últimas situaciones de una actividad alta que generaron considerables situaciones de riesgo se presentaron en el siglo XIX.

Mientras que la SGR informó que se realizan gestiones de carácter preventivo en las poblaciones cercanas. Se ha considerado como prioridad a las poblaciones que se verían mayormente afectadas en caso de emisión de cenizas o flujos, indicó María del Pilar Cornejo, titular del SGR.

Sangolquí, San Rafael, Cumbayá y Guayabamba, Cutuchi y Pastaza, Latacunga, Salcedo y Patate, Tambo, Tamboya, entre otras, serían las poblaciones con mayor peligro en caso de que se presenten deslaves en las vías.

Mientras que Sigchos, Saquisilí, Latacunga, Salcedo y Pujilí, en Cotopaxi, y Mejía, Rumiñahui y Quito, en Pichincha, serían las localidades con más problemas ante posibles emisiones de ceniza. Se recomendó uso de mascarilla o paños húmedos si se presenta esta situación. (I)