En aulas inconclusas y sin pupitres se dan clases
Debido al incremento de alumnos en la escuela fiscal Tomás Romero, que funciona en Puyo, sus autoridades hace algunos años presentaron la solicitud al Ministerio de Educación, para que se construyan ocho aulas complementarias a las ya existentes.
La edificación del inmueble arrancó hace dos años y aún no ha sido concluida.
Además, se presentan algunas observaciones y falencias en la infraestructura, según dijo Jaime Luzuriaga, director del plantel.
La obra tuvo un costo inicial de 300 mil dólares y fue adjudicada a la constructora de propiedad de Marco Paredes.
Luzuriaga con molestia por el incumplimiento, indicó que la parte física de la planta estaba terminada, pero luego de las inspecciones realizadas por los funcionarios de la Zonal de Educación y del Distrito 1 Pastaza, han determinado la existencia de filtraciones de agua en el techo de los salones, la presencia de humedad en las paredes, así como fisuras en algunas partes.
Se requiere además efectuar obras complementarias como: líneas de tuberías de aguas servidas, instalación del servicio de agua potable, tanques de reserva de agua para el segundo piso, aceras y bordillos, masillado íntegro del techo, etc.
La autoridad del plantel expresó su preocupación debido a que hasta la fecha luego de que han transcurrido más de dos años no existe una respuesta de las autoridades competentes ni del contratista sobre la reparación de los daños, la culminación total de la obra y la entrega oficial.
El director mencionó también que al Ministerio de Educación que es la entidad contratante de los trabajos, le restaría cancelar la suma de 160 mil dólares.
El director del Distrito de Educación Nro. 1, José López, manifestó que lamentablemente no ha sido posible realizar la entrega-recepción de la obra debido a que el contratista no culmina totalmente la infraestructura, pues existen varias labores complementarias que debe cumplir.
Refirió que la Coordinación Zonal de Educación, con sede en Ambato, habría emitido el ultimátum al contratista, ya que por dos oportunidades se ha incumplido con los términos de la obra.
La aspiración de las autoridades es que todo debe finiquitarse hasta finales de octubre, debido a que en esa fecha ingresan más niños al plantel.
El director ratificó que el contratista deberá construir de forma urgente las aceras y bordillos ya que son parte del convenio.
Anunció que para ejecutar otras edificaciones en la escuela existiría un presupuesto adicional de 15 mil dólares.
Pero mientras se concretan los acuerdos y ante la necesidad de acomodar a los niños y niñas que llegaron por el inicio de clases, los alumnos fueron ubicados en las ocho aulas aún inconclusas.
Clases sin pupitres
Una vez que el alumnado fue instalado en los salones, el personal docente notó otra necesidad: la carencia de pupitres y bancas.
Esa situación obligó a los maestros a ingeniarse mecanismos para que los pequeños puedan recibir clases.
Así, se colocaron soportes y una tabla tríplex, como pupitre, mientras que para sentarse tuvieron que trasladar las sillas de las aulas de educación inicial, cuyos niños ingresarán a clases en octubre. Un total de 180 pupitres falta en esta escuela. La Zonal de Educación habría comprometido su entrega.
Luzuriaga formuló el pedido para que se gestione ante la Zonal y puedan designar a un profesional que realice la verificación en el sector urbano y rural de los planteles educativos y determine las necesidades que tienen ya sean en infraestructura, docentes, pupitres, etc.