La trata de personas es considerada como el negocio ilegal más rentable después del tráfico de drogas.
Las autoridades de Chimborazo emprendieron  en una campaña denominada “Víctimas Invisibles”, con el propósito de que la ciudadanía denuncie estos casos.

Un estudio realizado por la Universidad Nacional de Chimborazo (Unach), revela que los cantones más vulnerables  son: Guamote, Pallatanga, Colta y Alausí.

Muchos de sus ciudadanos fueron llevados hasta ciudades grandes como Quito y Guayaquil, con el objetivo de pedir limosna en las calles. El mismo informe expresa que en esas urbes se moverían alrededor de 2.000 dólares mensuales por la explotación a  supuestos mendigos.
Guadalupe Paguay, representante de la Red Internacional por los Derechos y la Equidad, señaló que los explotadores se aprovechan de la ignorancia y la pobreza de las personas para ofrecerles dinero fácil. 

“Los engañan diciéndoles que van a trabajar en lugares buenos y a ganar mucho dinero. Por eso los padres envían a sus hijos y otros se van por su propia cuenta, sin conocer lo que sucederá”, afirmó.
Exhortó a los ciudadanos para que no entreguen dinero a las personas de la calle, ya que regularmente forman parte de la red de explotación.

“En ocasiones miramos en la calle a niños o ancianos pidiendo dinero y creemos que de buena fe debemos ayudarles, pero no sabemos con certeza quién está detrás de ellos. Este dinero puede estar destinado a las grandes mafias que hay en el país”, subrayó.

Mientras,  la Fiscalía continúa con su trabajo de detener a las personas que se dedican a esta acción.
Uno de estos casos en Chimborazo ya tendría sentencia.
“Logramos interceptar a personas que llevaban a una menor de edad del cantón Colta, fuera del país con el objetivo de explotarla. Gracias a las denuncias de la ciudadanía y la pronta actuación de la Policía Especializada en Niños Niñas y Adolescentes (Dinapen), logramos evitar que tal situación pasara. Ahora ya están en manos de la ley”, indicó Diego Andrade, Fiscal Provincial.

En lo que va de 2013, la entidad investiga dos casos de trata de personas en Colta. En Guamote existirían tres más en investigación.
Las autoridades de la entidad creen que el miedo a represalias influye para no revelar quiénes son los responsables.