El volcán se convierte en parte de las rutas turísticas
Este fin de semana, el Tungurahua mantuvo una actividad alta, observándose la emisión de columnas de hasta 2 km sobre el nivel del cráter, según un informe del Instituto Geofísico.
Esto fue visible desde varios puntos de Riobamba. Fabián Cevallos, morador del barrio El Pinar (norte de la ciudad), mencionó: “A los tiempos se ve al volcán con tanta claridad. No hay una sola nube tapándolo; es un verdadero paisaje”.
Y tras 14 años de actividad eruptiva continua, muchos habitantes de Penipe y de otras zonas aledañas al volcán, han convertido al turismo en una fuente importante de ingresos, aprovechando que las personas acuden a las áreas seguras a observar al Tungurahua.
Ese es el caso de la parroquia Matus, ubicada a 10 minutos de Penipe, un punto desde el cual el coloso se ve tan cerca que muchos dicen que “se lo puede tocar”. Por ello, varios habitantes han adaptado sitios para que los turistas se acerquen y disfruten del paisaje.
Uno de ellos es Gonzalo Mariño, quien junto con su familia estableció un negocio dedicado al turismo. “Ofrecemos contacto con la naturaleza. Muchos extranjeros disfrutan caminar por los senderos habilitados para salir desde nuestra parroquia hacia las cercanías del volcán. Es un espectáculo.
Tratamos de que las personas no se vayan del lugar y más bien queremos que prospere el turismo, ya que es parte de nuestra subsistencia”, señaló.
La comida típica es parte de la oferta que los habitantes de esa parroquia chimboracense hacen a sus visitantes. “El cuy asado, los choclos, el caldo de gallina criolla son parte del menú que preparamos.
De esa manera, aprovechamos la naturaleza y las personas pueden disfrutar”, indicó Mariño.
“El volcán con la ceniza que arroja hace que las personas duden en llegar hasta aquí; además, el cierre de la vía (ordenado por precaución) nos perjudica. Pese a ello, no desmayamos”, indicó María Tenelema, dueña de un puesto de tortillas en la carretera. Y pese a que Penipe y sus alrededores siguen en alerta naranja, en la vía de acceso se observa gran cantidad de vehículos dirigiéndose, la mayoría de ellos, a disfrutar de lo que se ha vuelto un espectáculo.
Gilberto Veloz, propietario de una hostería en Penipe, indicó que el cierre de la vía por parte de las autoridades es uno de los aspectos que influyen para que la gente no visite de forma regular esos sitios.