En Salcedo, cantón ubicado a 15 kilómetros de Latacunga, hay comunidades rurales donde el transporte comunitario es motivo de discusión.

Tal es el caso de Combijin y Laivisa, sectores altos del cantón en los que hasta hace un mes los comuneros no contaban con un servicio de bus que los movilice hacia el centro.

Debido a esto, varias cooperativas de camionetas realizan el traslado de los moradores, que en su mayoría se dedican a la agricultura y ganadería.

Trans Mull, cooperativa de esta ciudad amplió en marzo sus recorridos hacia estos  poblados, despertando la inconformidad de los camioneteros y algunos lugareños.

Los primeros, rechazan este servicio porque dicen que las unidades de autobus les quitan el derecho al trabajo.

Daniela Karolys, directora de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) en Cotopaxi, dio a conocer que la ampliación de esta ruta obedece a un estudio previo.

“Antes de que esta cooperativa ingresara a dichas zonas, se realizó un análisis de campo durante un año, en el cual técnicos y expertos en transporte visitaron 154 comunidades altas de los siete cantones de la provincia, para conocer su estilo de vida, costumbres, servicios básicos, labores a las que se dedican, forma de movilidad y distancia referencial entre estos poblados y el centro de los cantones” dijo.

De acuerdo a ello, añadió,  se determinó el tipo de  trasporte que necesitan, el número de unidades necesarias, los horarios y las rutas que deben los buses deben cubrir.

Sin embargo, la funcionaria reconoce que las unidades no satisfacen al 100% las necesidades de los moradores, al no brindar las comodidades y el suficiente espacio para transportar las cargas habituales que éstos sacan desde sus lugares de residencia hacia la ciudad, entre ellas: animales, hierba, insumos agrícolas, herramientas, productos de cosecha, entre otros.

Ruth Pilaguano, quien vive en  Compañía Alta, comunidad alejada de Salcedo, está de acuerdo con que el servicio de transporte hacia su comunidad lo brinden las cooperativas de camionetas.

Esta mujer viaja todos los lunes hasta el mercado del cantón, con al menos 10 gallinas peladas para venderlas en la feria. El precio por carrera es de 0,50 centavos.

“A los dueños de los buses no les gusta este tipo de carga por que dicen que les ensuciamos las unidades y se quejan de malos olores” comenta.

Pilaguano, quien esta acostumbrada a viajar en el balde de las camionetas por la confianza y amistad que guarda con los choferes, señala además que dicho transporte mantiene horarios razonables que le permite un desplazamiento a casi cualquier hora del día.

Tomando en cuenta esta y otras quejas de los usuarios, la directora provincial de la ANT mencionó que se están realizando nuevos  estudios  para verificar estos particulares y determinar el medio de trasporte que satisfaga estas necesidades.

Por su parte Gerardo Saca, presidente de la Federación de Comunidades Campesinas de Salcedo (Fecos), afirmó que sus “compañeros”, como denomina a los conductores de camionetas, viven un drama al no tener carta libre para laborar.

Por esta razón, Saca mantiene la esperanza de dialogar con las autoridades y buscar una salida definitiva en la que ambos medios de  transporte y los ususarios, se puedan beneficiar, sin la necesidad de coartar el derecho al trabajo que éstos tienen y garantizando un buen trato y servicio a los usuarios.