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El sismo de 1949 y sus réplicas se cobraron entre 5 y 6 mil vidas en la Sierra centro
El terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter, que ocurrió a las 18:58 del 16 de abril de 2016, tuvo una intensidad de 8 en la Escala Macrosísmica Europea (EMS). Y se sintió con intensidad 4 y 5 EMS en diversas ciudades de la Sierra, entre estas Ambato, según el informe oficial del Instituto Geofísico (IG).
La intensidad se refiere a la violencia con que se percibe un sismo en diversos puntos de la zona afectada. La EMS tiene una escala de I a XII, desde muy débil a catastrófico por los efectos que causa en las estructuras de viviendas, edificios y puentes, entre otros.
En la capital tungurahuense, más de 350 mil personas advirtieron que el remezón fue oscilante y prolongado. Algunos dicen que duró más de 60 segundos.
Sin embargo, el informe autorizado del Municipio ambateño aseguró (4 días después de las evaluaciones) que el sismo no causó daños en los pasos a desnivel, calles, colectores y edificios de esta ciudad.
“Cuando sentí el temblor, que no pasaba a pesar de haber transcurrido cerca de un minuto, pensé que se repetiría lo de agosto de 1949. También imaginé que el volcán había explotado. Ambas tragedias están metidas en nuestra cabeza, aún más en las zonas cercanas a las quebradas o laderas como en nuestro caso”, dijo Elsy Cruz, habitante del barrio San Luis Bajo, en la parroquia Atocha, situada al noroccidente ambateño.
Un desastre en la historia
En la capital tungurahuense, y en otras ciudades de la región central, hay un antecedente desastroso que podría repetirse. Se trata del terremoto que ocurrió el viernes 5 de agosto de 1949, a las 14:02.
Tuvo una magnitud de 6,8 grados en la escala de Richter a 40 km de profundidad. El 8 de agosto de ese mismo año, hubo una réplica que tuvo una “fuerza considerable”, según los testimonios históricos recogidos por el IG.
El presidente de aquel tiempo, Galo Plaza Lasso, tras conocer los efectos del terremoto declaró: “No hemos perdido nuestro valor. Ni Ambato ni Ecuador llorarán ya más, sino que comenzamos a trabajar”.
La reconstrucción empezó en medio de hechos desfavorables: entre 5 y 6 mil muertos en Ambato, Patate, Pelileo, Píllaro y otros sitios que quedaron destruidos total o parcialmente. Los reportes oficiales informaron que la mayoría de las muertes ocurrió dentro de edificios derrumbados, o bien por las inundaciones derivadas del taponamiento de canales de drenaje.
Antes de su muerte, ocurrida en agosto de 2010, el agrónomo Vicente Gómez Buenaño recordó algunos de los hechos que se vivieron aquella tarde del movimiento en Ambato. “Una gran nube de polvo se levantó hacia el cielo desde el cerro Casigana. Tenía unos 10 años cuando vi que todo a mi alrededor se derrumbaba. Recuerdo los gritos de mi madre y la gente arrodillada en las calles alzaba los brazos hacia el cielo. Era como el fin del mundo”.
El epicentro del terremoto, de acuerdo con las últimas investigaciones del IG, se ubicó en una falla al sur del Nido Sísmico de Pisayambo, aproximadamente a 20 km al nororiente de Pelileo.
La investigación de Egred
Según José Egred, uno de los iniciadores del IG que falleció en 2011, el sismo de 1949 dejó a casi 100 mil personas sin hogar y el área afectada fue de 1.920 km².
Las ciudades con mayor destrucción fueron Pelileo 100%, Píllaro 90%, Guano 80% y Ambato 75%. En las varias investigaciones realizadas por Egred (sin año) se pudo determinar que entre los principales efectos hubo grandes grietas en el terreno y derrumbes, así como voluminosos deslizamientos en montes y caminos de toda la región.
El paisaje cambió en muchos lugares. Incluso se detectaron licuefacciones (de estado sólido o gaseoso a líquido) especialmente en el sector de La Moya de Pelileo.
En este último sitio se ha registrado tradicionalmente este fenómeno con otros terremotos. Además, brotaron nuevas fuentes termales y algunas modificaron sus caudales y temperatura, mientras otras desaparecieron temporal o definitivamente.
La destrucción de Pelileo fue tal que la ciudad se debió reconstruir en otro sitio, aunque con posterioridad se repobló el lugar afectado que en la actualidad lleva el nombre de Pelileo Viejo.
Los efectos del terremoto se extendieron hasta las provincias de Tungurahua, Cotopaxi, parte de Bolívar, Pichincha y Pastaza. Además, el sismo se sintió prácticamente en todo el Ecuador.
En los últimos 15 años se han sentido otros temblores: el 14 de enero de 2002 fue de 4,8 Richter. El 11 de marzo de 2012 fue de 3,6 grados 4 km al norte de Pelileo. Fue sentido en Ambato, Baños, Pelileo, Patate, Mocha y Salcedo. El 18 de junio de 2012 fue de 4,4 grados a 23 km de Píllaro. El 21 de septiembre de 2014, el remezón de 3,5 grados tuvo su epicentro a 2,90 km de profundidad, al oriente de Pelileo. (I)
Punto de vista de William Salazar , presidente Colegio de Arquitectos de Tungurahua
Ambato, en una zona propensa a terremotos
Alrededor del 70% de las construcciones en Ambato no fue realizado con la participación de un profesional en arquitectura. Esto es parte de la idiosincrasia de la gente que prefiere entregar su seguridad en las manos de los maestros mayores (albañiles) que sí tienen experiencia, pero que desconocen acerca de los cálculos estructurales necesarios para conferir la sismorresistencia necesaria en sitios tan propensos a sismos. Todo esto ocurre por ahorrarse un 30% en el costo total de la edificación de una casa o de cualquier otro inmueble que se constituirá en un patrimonio familiar. Además, el Municipio no cuenta con el personal suficiente para realizar un seguimiento de principio a fin de las obras, cuyos planos fueron aprobados por los técnicos. Los propietarios de esos bienes se dejan llevar por los consejos de quienes no saben y por no gastar demasiado aprueban el uso de menos hierro, menos cemento y eso a larga es perjudicial. (I)