Varios sectores de la capital chimboracense resultaron afectados ayer por la caída de ceniza que emana del volcán Tungurahua.
 En distintas zonas, una fina capa del polvo volcánico cubrió techados, vehículos, ventanales, árboles y otros.

Los ciudadanos que percibieron el material en el ambiente optaron por cubrir sus rostros con mascarillas.

Desde la semana pasada, el coloso aumentó su actividad, expulsó ceniza y produjo bramidos.
Según el informe del Instituto Geofísico de la Politécnica Nacional, hasta ayer se contabilizaron 75 eventos de largo periodo, 32 explosiones  moderadas a pequeñas y 15 episodios de tremor de emisión.  “Sabemos que el viento a veces   se lleva la ceniza hacia otro lado, pero hoy (ayer) nos cayó, no tenemos otra alternativa  más que barrerla y cubrirnos”, señaló Jorge Ramos, morador del barrio Los Pinos.

A unas cuadras de este sitio, en la  barriada La Georgina, jóvenes estudiantes se protegían del material con bufandas.

“Hace mucho tiempo que no caía tanto en Riobamba. Nos descuidamos en comprar mascarillas y por eso los mandamos con bufandas para proteger un poco a nuestros hijos. Esperemos que el viento o la lluvia nos colabore para que se asiente este polvo”, manifestó Ivette Prieto, ciudadana.

Mientras, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), insiste en sus recomendaciones a los ciudadanos frente a los eventos ocasionados por el coloso.

Así, sugiere a las personas tener una mascarilla a la mano o un pañuelo. Asimismo, exhorta a las familias que taponen todos los sitios por donde pueda entrar el polvo al interior de las casas.