El Hospital Vozandes de Shell cierra sus puertas
La misión evangélica HCJB, originaria de Estados Unidos, ha regentado al Hospital Vozandes que funcionaba en la parroquia Shell-Pastaza durante 55 años.
Sus administradores han decidido cerrar sus puertas por dos razones: el déficit económico que enfrenta y el interés por dar asistencia médica en continentes más necesitados como África.
El miércoles, los encargados de la casa de salud y los empleados recibieron la noticia de que el cierre era inminente. Ello debido a que desde hace varios años arrastran un déficit que bordea los 250 mil dólares y que les es difícil de sostener.
Transcurrido los días, la incertidumbre se acrecentó en los habitantes de la parroquia Shell, por cuanto consideran al Hospital como un referente, pues a más de asistencia médica cumplía acciones de carácter social.
Los comuneros convocaron a una reunión el jueves por la tarde, con el propósito de buscar alternativas y que pueda continuar el servicio de esta casa de salud o a la vez crear un nuevo centro a través de una fundación. Para el efecto, crearon un Comité de Salvación integrado por 6 personas, que está liderado por el galeno, Germán Suárez.
Hasta hace poco, esta casa de salud fue reconocida como una de los mejores de la Amazonía, pues tiene médicos en sur mayoría de especialidades (varios norteamericanos) y ofrecían un servicio de calidad, no solo a Pastaza, sino a las provincias amazónicas y vecinas de la Sierra central.
El promedio de usuarios es de 120 al mes. La consulta médica tiene un costo de 7 dólares para cualquier especialidad.
La directora administrativa del Vozandes, Narcisa Brito, aseguró que el cierre del hospital es definitivo y será paulatino desde el 30 de septiembre y concluirá el 1 de enero del 2014.
A partir de este lunes, se suspende la mayoría de servicios médicos y especialidades que ofrecían, entre ellos la hospitalización, cirugías y emergencias nocturnas.
Hasta finales de diciembre del fecha en que culmina el proceso de cierre, tan solo se mantendrán los servicios en emergencia diurna.
Igualmente los empleados, médicos y trabajadores que son más de 60, serán divididos en dos grupos , donde el 50% serán despedidos a partir del 1 de octubre y el otro 50% lo harán en diciembre.
Preocupación en el personal
Una de las colaboradoras que omitió su nombre, manifestó que ha laborado en esta casa de salud por 21 años. Añadió que lastimosamente junto a sus compañeros han sido objeto de un despedido intempestivo. “Nos ofrecieron liquidar tal como demanda la ley. No nos queda más que aceptar lo que nos ofrecen, espero se cumpla”, acotó.
Mientras, Claudia Ávila, directora de Salud de Pastaza, dijo desconocer la situación real por la que atraviesa el hospital debido a que tiene el carácter de privado. Agregó que el Ministerio de Salud Pública no estaría en condiciones de salvarlo.
Sin embargo para en algo remediar las necesidades de atención médica que requieren los habitantes del cantón Mera y Shell, de forma urgente procederán a reforzar la infraestructura y servicios que brinda el Subcentro de Salud de la cartera de Estado en la parroquia.