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El Telégrafo
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Los torneos son continuos en esta parroquia situada a 5 minutos de ambato

El entusiasmo y la tradición izambeñas se fusionan cada día en una pelota de cuero

Cuatro jugadores a cada lado de la cancha se enfrentan para lanzar con fuerza la pequeña pelota. En la foto constan los equipos de Tungurahua y Chimborazo. Fotos: Roberto Chávez / El Telégrafo
Cuatro jugadores a cada lado de la cancha se enfrentan para lanzar con fuerza la pequeña pelota. En la foto constan los equipos de Tungurahua y Chimborazo. Fotos: Roberto Chávez / El Telégrafo
06 de agosto de 2014 - 00:00 - Redacción Regional Centro

Es como jugar tenis, pero sin raquetas y con una bola de cuero que se manufactura artesanalmente. En la cancha, se eleva a más de 15 metros y rompe la resistencia del aire a una velocidad de por lo menos 30 km por hora.

Así describe Carlos Pérez al juego de la pelota de mano, que en la parroquia Izamba, situada al suroriente de Ambato, se practica a diario junto al principal templo católico, desde hace más de 30 años. “En el curso de las últimas décadas, hubo una temporada que se dejó de jugar, pero decidimos retomarlo con el apoyo de una organización jurídica local”, explicó Pérez, presidente del Club Amigos de la Pelota de Mano.

La cancha, como en ninguna otra parroquia, está al pie de la iglesia San Jacinto de Izamba, una de las edificaciones más antiguas de esa jurisdicción ambateña y que fue construida en 1615.

Este pasatiempo se fusionó con las expresiones culturales locales y con las fiestas populares y religiosas. De hecho la comuna, desde su fundación, el 16 de junio de 1533, está vinculada directamente con las celebraciones ancestrales de la cosecha, las peleas de gallos, la doma de chúcaros (ganado equino arisco) y, por supuesto, con la pelota de mano.

Esta actividad despierta pasiones en adultos y jóvenes y motiva torneos y campeonatos nacionales como el que se organizó el sábado 2 de agosto.

Los representantes de 5 provincias arribaron a la parroquia Izamba con sus uniformes y se distribuyeron en la cancha ordenadamente antes de las partidas.Los cuadrangulares

Por las fiestas locales, en honor a su patrono San Jacinto, se organizó un campeonato nacional en el que participaron equipos que arribaron desde las provincias de Chimborazo, Bolívar, Guayas, Tungurahua y Pichincha. “En septiembre, la selección de Pichincha viajará a España, para el campeonato mundial que se realizará en ese país. Eso demuestra la importancia que tiene este deporte enteramente nacional”, aseguró.

Se juega en “mesas” de dos quinces. Mientras más larga sea la cancha es mejor, según la opinión de los expertos.

En el caso de Izamba, el escenario es asfaltado con un ancho de 9 metros. La bola pesa 8 onzas y es de cuero rellena de guaipe. Cada partido cuenta con la vigilancia de 3 árbitros: uno central, uno de saque y en el tranco de vuelta.

La cancha tiene iluminación nocturna, lo cual ayuda para que los aficionados realicen las partidas  de lunes a sábados, desde las 17:00 hasta las 22:00.

Los domingos se suspende para dar espacio a la feria de productos agrícolas. A este evento agroproductivo llegan habitantes de Ambato, Martínez, Atahualpa, Atocha, Unamuncho, Cunchibamba y otras poblaciones cercanas.

Las partidas de pelota de mano siempre llaman la atención de los turistas que van de paso hacia Quillán La Playa, Píllaro y Patate.

Muchos estacionan sus automóviles en las calles que rodean la iglesia, la cancha y el parque Central para observar a los jugadores. Esto ocurre, por ejemplo, en las calzadas Mentor Tacoamán y Alfonso Troya.

El sábado anterior, más de 30 entusiastas participaron en el campeonato. Se habían organizado previamente para intervenir con uniformes.

Los de Chimborazo vestían camisetas, pantalonetas y medias con los colores de su provincia: azul, blanco y rojo. Los del cantón guayasense Marcelino Maridueña exhibían camisetas negras con franjas de diversos colores y los anfitriones, de Izamba, otras tonalidades.

Cada bola pesa 8 onzas. Son fabricadas artesanalmente con una cubierta de cuero y rellenas con guaipe, para volverlas suaves, pero firmes.

Ya en las partidas, el entusiasmo se desbordó. Los movimientos acelerados y acompasados, así los llamados de atención entre ellos inyectaron más emoción.

¡Juego!, ¡bola!, ¡párese duro!, ¡a la chaza!, ¡mete de una sola!...eran algunas de las frases que se repetían entre ellos para alentarse.

Al filo del escenario deportivo se mostraban los trofeos dorados que obtendrían los mejores al final del día. En cada encuentro intervinieron 4 hombres por equipo con 2 sustitutos.

Napoleón Mejía es uno de los jugadores más antiguos a sus 68 años. “Me gusta colaborar con la juventud, ofrecerles mis conocimientos y guía. Empecé a practicar a los 12 años y aprendí de mi padre. Lo apasionante son las ‘correrías’ por golpear la bola con la mano limpia e interactuar con los amigos y fomentar la buena vecindad. Claro que necesitamos el apoyo de las autoridades del Ministerio del Deporte. Necesitamos mejorar las canchas y la infraestructura en general”, dijo Mejía.

Buenas vías de ingreso

Las vías de ingreso son asfaltadas y todas se conectan a las principales como la Rodrigo Pachano, Indoamérica y la Panamericana Norte. “Izamba ha experimentado un cambio urbanístico notable en los últimos 10 años. La construcción de conjuntos habitacionales residenciales y de casas de campo le han dado un toque moderno y exclusivo”, explicó Antonio Vaca, empresario de comidas en Ambato y que tiene una propiedad en ese sector.

En esa jurisdicción también se construye el moderno Hospital del Día de la Cruz Roja de Tungurahua. Una obra en la que se invierten unos $ 2,5 millones.

DATOS

Los próximos encuentros nacionales se realizarán en noviembre, en Chimborazo y en Bolívar. El 24 de octubre será en Guayas y en diciembre, en Imbabura.

En la parroquia Izamba está el aeropuerto Chachoán, el Hospital de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca), la Escuela de Formación de Soldados del Ecuador (Esforse), y el Parque Industrial de Ambato.

En el barrio Santa Clara se destacan las tradicionales ‘habas chumadoras’ y la fritada en diversos barrios de esta parroquia que se levanta a 5 minutos de la capital provincial. Las vías de ingreso son asfaltadas.

Más de 20 mil personas viven en San Jacinto de Izamba. La imagen del patrono fue traída de España y se venera desde el año 1781. La arquitectura del templo es clásica romana y fue edificado con el apoyo de los vecinos. El terremoto de 1949 destruyó una de las torres y dañó el reloj.

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