El temporal lluvioso que se inició hace 2 meses en la Sierra centro, no ha dañado la extensa red vial de Tungurahua.

Los 1.200 kilómetros de vías pavimentadas intercantonales, interparroquiales e intercomunitarias que conforman este tejido de carreteras, no presentan mayor afectación en la carpeta asfáltica ni en la mesa sobre la cual están montadas.

Ludwig Villacrés, director de Obras Públicas, Vías y Construcciones del Gobierno Provincial de Tungurahua, manifiesta que un factor determinante para que las rutas no se destruyan, son los sistemas de drenaje.

“Para que el asfaltado de un camino dure lo planificado, necesita de un buen desfogue. Esta tarea consiste en conducir mediante tubería las aguas subterráneas existentes bajo la carpeta asfáltica, para llevarlas a alguna quebrada o lugar designado para este fin. De esta forma, con el paso del tiempo no se acumulan líquidos en la parte interna, los cuales son los causantes de la  formación de baches, fisuras o desgaste acelerado”, dijo Villacrés.

Este trabajo —añade— es complementado en la parte externa de la vía con la adecuación de cunetas y canales laterales que permitan evacuar las aguas lluvias en extensiones planas y de las partes altas, en el caso de laderas y pendientes.

Los recorridos de verificación y control de calidad de los caminos que unen a los 9 cantones de la provincia son permanentes, de tal forma que cualquier defecto en la carpeta asfáltica es detectado y atendido con prioridad.

“62 asociaciones de conservación vial son las encargadas de vigilar el buen estado de las vías. La cuadrilla total de mantenimiento está conformada por 600 personas que pertenecen a estas organizaciones”, manifiesta Ramón Caiza, encargado del mantenimiento vial rutinario de la Prefectura.

Cada asociación labora en un tramo de hasta 24 kilómetros de camino en diferentes cantones y realiza tareas de mantenimiento manual, entre ellas: limpieza de derrumbes, adecuación de cunetas, desbroce de maleza y recolección de desperdicios.

A este equipo, se suman 20 funcionarios, 140 trabajadores entre: operarios, peones y choferes; del departamento de Obras Públicas, Vías y Construcciones del Gobierno Provincial, además de volquetes, palas mecánicas, tractores y orugas.

Pese a que esta maquinaria se encuentra lista para trabajar, los operarios la solicitan solamente cuando los deslaves superan los 50 metros cúbicos. “Si el equipo pesado no abastece para limpiar los caminos, solicitamos inmediatamente ayuda a los municipios de los cantones donde se encuentre el daño”, afirma Caiza.

Según la planificación anual de la Prefectura, se prevé dar mantenimiento a 712 kilómetros de vías en toda la provincia.