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El cráter del Tungurahua con nieve tras un mes de 'calma'
El 15 de marzo de 2016 el volcán Tungurahua expulsó gran cantidad de ceniza y rocas incandescentes, material que cayó en poblaciones cercanas hasta 3 días después y rodó por los flancos del macizo.
Un mes más tarde el cráter vuelve a lucir nevado, brindando un espectáculo casi igual de fascinante que cuando expulsa piroclastos.
“Desde 1999, año de la última reactivación del coloso, pocas veces la escarcha se acumula en la cumbre debido al calor que produce la salida de grandes piedras encendidas, polvo volcánico y flujo. Por ello cuando la nieve se asienta en el cráter gran cantidad de fotógrafos, periodistas y curiosos; acuden a los miradores de la provincia para observar el fenómeno”, destacó Gabriel Santamaría, reportero gráfico de un medio escrito ambateño.
Huambalito, Ambatillo y Leitillo, entre otros, son algunos de los lugares más adecuados desde los cuales se puede apreciar la cumbre del volcán y su actividad.
El Instituto Geofísico informa que la actividad del Tungurahua es baja comparada con la de inicios de marzo. Los eventos sísmicos, emisión de ceniza, bramidos y expulsión de rocas incandescentes han disminuido considerablemente. (I)