Ambato.-

“Si bien cerca de los mercados Modelo y Artesanal de Ambato siempre hay una intensa actividad comercial, entre el lunes y jueves de la anterior semana los ambateños sentían pavor visitar la zona. Fierros, palos, candados y piedras, entre otros objetos contundentes, fueron usados esos días como proyectiles en un terrible enfrentamiento entre dos impares agrupaciones”.

Con una mano cubriendo la mitad de su rostro y un tono de voz tembloroso, Maritza (nombre protegido), dueña de un almacén en las calles Tomás Sevilla y Doce de Noviembre, describe los hechos suscitados entre el 11 y 14 de septiembre del año en curso en los alrededores de dichos centros de expendio.

En los cuatro días allí tuvieron lugar los habituales operativos para frenar las ventas ambulantes de diversas mercancías, como frutas, utensilios de cocina y artículos de aseo, por parte de la Policía Municipal. Esto debido a que la actividad está prohibida en cualquier otro lugar que no sea mercados o plazas.

Como cada lunes (día de la feria mayor) los uniformados recorrían la calle Tomás Sevilla, entre las avenidas Cevallos y 12 de Noviembre, uno de los puntos más afectados por el comercio informal en la ciudad, cuando el enfrentamiento inició.

“Los ambulantes empezaron a agredir a los agentes municipales por los decomisos que estos pretendían hacer. Pese a los esfuerzos de estos últimos por calmar a los alterados mercaderes callejeros, en cuestión de minutos una gran multitud rodeó a los uniformados y los agredió con todo tipo de objetos; los ambateños exigimos que las autoridades busquen rápidamente una solución, pues tememos que los altercados se repitan”, agregó Maritza.

Para ella, al igual que para otros dueños de locales comerciales, durante los operativos hubo abusos de ambas partes. “Los policías deben solicitar de manera amable el retiro de las mercancías de la aceras, y los vendedores callejeros deben retirarse, pues aunque resulte difícil decirlo, porque todos tenemos derecho al trabajo, esta actividad dificulta el orden, control y seguridad en las avenidas”, señaló José Miranda, propietario de una tienda.

Las imágenes del enfrentamiento se hicieron virales en redes sociales y se repitieron durante los posteriores tres días, especialmente en un ingreso lateral del mercado Modelo.

Papel higiénico, jabón, pasta dental, champú, entre otros artículos de aseo personal, son vendidos en las proximidades del mercado Modelo de Ambato. Foto: Roberto Chávez / EL TELÉGRAFO

Policía municipal

A decir de Carlos Santamaría, administrador de la Policía Municipal, una de las razones por las que se dificulta frenar el comercio ambulante es el creciente número de informales de Ambato.

“Entre lunes y viernes cerca de 7 mil personas comercian en las calles, muchas de ellas no son de Ambato, vienen de provincias vecinas. Cabe destacar que el total de policías municipales es de 80, esta diferencia numérica nos ha convertido en blanco de agresiones”, señaló.

Los ataques han sido denunciados en Fiscalía, muchos con arma blanca. “Ya hemos identificado a los agresores, no obstante los operativos continuarán, pues pese a las dificultades hemos recuperado el orden en gran parte de las calles céntricas y se prevé que los controles se extiendan a los mercados Mayorista y América, al sur de la urbe”, puntualizó Santamaría.

La ausencia de un dirigente de los comerciantes informales dificulta aún más la situación. “Cada vez que las autoridades intentan hablar con los ambulantes aparecen dos y tres líderes, esperamos que los eventos de la semana pasada no se repitan”, manifestó Lorena Basantes, comerciante del mercado Modelo. (I)

Agentes de Policía Nacional custodian las calles cercanas al mercado Modelo y Artesanal, a fin de evitar más enfrentamientos entre informales y municipales. Foto: Roberto Chávez / EL TELÉGRAFO