El Camal Municipal de Puyo fue declarado en emergencia
Deterioro de la cámara frigorífica, daños en la grúa de elevación de las reses y destrucción parcial de las instalaciones fueron las causas principales que motivaron a la administración del Camal Municipal de Puyo a declarar en emergencia al espacio de faenamiento.
Quienes administran el lugar, construido hace 23 años, consideraron que la infraestructura, los equipos y maquinaria ya cumplieron su vida útil y que las actuales instalaciones no prestan las condiciones necesarias para que se realicen allí, las tareas de desposte con las exigencias técnicas y sanitarias básicas.
Wilson Andrade, administrador del sitio, lamentó que desde el inicio de las operaciones, no se haya dado el tratamiento ni se haya ejecutado el mantenimiento adecuado de las máquinas, ya que esas serían las razones por las que el lugar habría colapsado.
El principal problema es la carencia de una cámara frigorífica, pues la que tenían está destruida desde hace 15 años y hoy se la utiliza como bodega. En ese espacio es donde se deberían almacenar los cárnicos aproximadamente por 24 horas antes de ser enviados a las tercenas; actualmente, este proceso no se cumple y el producto es vendido inmediatamente luego del desposte.
Otra de las novedades es la destrucción de la parte interna del compresor, del motor, del sistema de frío y ventilación. También presentan daños de consideración el biselador y la mencionada grúa para la izada del ganado, y requieren reparaciones las ventanas, puertas, pisos, etc.
Sin embargo, pese a estas novedades y a la declaratoria de emergencia, las actividades siguen cumpliéndose a diario, con el desposte de un promedio de 15 reses y 12 porcinos. Toda la carne resultante es destinada para el consumo local.
“No hemos cerrado las puertas a los comercializadores de carne. Antes del cierre del camal, se deben analizar las consecuencias, pues se daría la oportunidad para que se incrementen sitios clandestinos, sin normas higiénicas ni técnicas”, dijo Andrade.
En tanto, la directora de Salud en Pastaza, Claudia Ávila, indicó que a lo largo de los años, el camal ha recibido observaciones de toda índole y que, en esta ocasión, para recibir el permiso de funcionamiento, se deberán hacer los correctivos necesarios. Señaló, además, que analizarán detenidamente las condiciones del camal para permitirle seguir operando.
De acuerdo con el informe técnico presentado por el administrador a la municipalidad, para la reparación de la cámara refrigerante y otros trabajos complementarios se requieren invertir aproximadamente 200 mil dólares. Mientras que para construir un nuevo centro de faenamiento se requerirían más de dos millones de dólares, pero, por el momento el Cabildo no cuenta con ninguna de esas cantidades.
Por ello y para buscar una solución a estas necesidades, Andrade indicó que están elaborando un plan para gestionar ante el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) y a través del proyecto conocido como Línea Caders la obtención de los recursos.
Mientras que para obtener los permisos, se habría recopilado ya toda la documentación requerida por la Dirección Provincial de Salud. Restaría efectuar los trámites para la licencia ambiental.