Están en el centro de Ambato
El Bolívar y su museo recobran su esplendor
La tradicional piedra pishilata ha vuelto a lucir sus tonalidades rosadas y grises en la impresionante fachada del Instituto Tecnológico Superior Bolívar, situado en el centro de Ambato, frente al parque Fermín Cevallos.
La zona es una de las más ajetreadas de la capital tungurahuense. Cerca de allí se levantan entidades bancarias, cooperativas de ahorro y crédito, hoteles 5 estrellas, restaurantes, heladerías y negocios de modas, entre otros.
Esta obra de restauración, a cargo de la Municipalidad local, empezó a finales del año pasado a un costo de $ 192.163 y a un plazo de 150 días. Según los técnicos del Cabildo, la rehabilitación incluye los 3.350 metros cuadrados que integran este frontón. Y esto implica la reparación de los drenajes y el cambio de los paneles de madera de los ventanales y de algunas cornisas.
También, se realizan obras complementarias como la construcción de la cubierta de policarbonato; revisión y tratamiento de bajantes antiguos de agua lluvia, tratamiento de los metales de las puertas antiguas, retiro de enlucidos, integración de cornisas, hidratación y rehidratación de los bajantes de hierro.
En esta labor participan arquitectos, carpinteros y expertos en restauración. El frente del inmueble que da a la calle Sucre ya está listo y los peatones volvieron a utilizar la vereda para sortear el intenso tránsito vehicular que se acentúa especialmente a las 07:30, al mediodía y a las 19:00 de lunes a viernes.
Ayer, los obreros trabajaban en el frontispicio de la calle Martínez. Por ese lugar el andar de peatones y de automotores es incesante.
Los transeúntes caminan con precaución por ese sitio, pues el cerramiento de protección ocupa una parte de la calzada. “Me gusta cómo va quedando mi antiguo colegio. Solo espero que los grafiteros respeten este inmueble y ojalá las autoridades ayuden a reforzar las seguridades y la vigilancia para evitar nuevos manchones con pintura de laca”, dijo Ernesto Revelo, morador de la zona.
El terremoto del 5 de agosto de 1949 afectó una sección de este edificio patrimonial que data del siglo pasado. Una imagen de esa destrucción puede apreciarse en la galería de fotografías que se exhiben dentro del museo de esta institución educativa, ubicada en un tramo de la calle Sucre, entre Martínez y Lalama.
“Este remozamiento nos obligó también a movilizar las piezas que se hallaban detrás de la fachada de la calle Sucre y nos sirvió para hacer un inventario general y realizar nuestra propia refacción”, explicó Cristina León, responsable de los 7.167 objetos que se exhiben en 11 salas del Museo de Ciencias Héctor Vásquez Salazar.
Este gran exhibidor tiene una conexión directa con el colegio. Empezó a funcionar en 1920 con la adquisición de una colección de zoología por iniciativa de Víctor Manuel Garcés, que en ese tiempo se desempeñaba como rector.
En la sala de numismática se muestran monedas de 80 países, 26 medallas conmemorativas del Ecuador y billetes de 34 naciones.
Hay también 94 fotografías captadas a principios del siglo XX que fueron tomadas por Luis y Nicolás Martínez. En cuanto a la fauna ecuatoriana, el museo cuenta con especies de la Costa, Sierra, Oriente y Galápagos.
En arqueología, hay una colección de cerámicas de las culturas Cotocollao, Puruhá, Cosanga Píllaro, Incásica y un reloj de sol de la Colonia, entre otros artículos.