El  crecimiento del parque automotor e industrial de la ciudad de  Ambato motivó a que la municipalidad del cantón  firme  un convenio con el Distrito Metropolitano de Quito para efectuar estudios acerca de la calidad del aire de la capital tungurahuense.

Javier Acurio, director de Control Urbano, Ambiental y Canteras del Cabildo señaló que hace cinco años, cuando se hizo el primer estudio de la calidad del aire por parte de la Escuela de Ingeniería Química de la Universidad Central del Ecuador (UCE), los resultados fueron preocupantes por el nivel de contaminación  en el casco urbano.

El sistema que se utilizó para el muestreo y mediciones es el  denominado Oraqui. Este hace mediciones y clasifica por niveles: 0 a 10, aire limpio; 10 a 50, aire moderadamente contaminado; de 50 a 100, contaminado y de 100 en adelante, muy contaminado.

Ambato registra una variable de 18 a 145, siendo el centro de la urbe el sector más afectado en horas de la tarde. Las sustancias más dañinas que se encuentran  son monóxido de carbono, oxidantes fotoquímicos, óxido de nitrógeno y dióxido de azufre. Además, ese estudio calificó al aire ambateño como heterogéneo, lo que quiere decir que se pueden medir con facilidad las sustancias contaminantes.

Una de las zonas más afectadas  es la calle 13 de Abril, que sube hacia la parte alta de la ciudad. María Montachana, habitante del sector, manifestó que  en las mañanas se  siente más la contaminación. “De 06:30 a 08:30 es muy desagradable salir a la calle porque la cantidad de buses que sube contamina muchísimo”.

De hecho, la gran cantidad de esmog que sale de los automotores tiñe las paredes del sector de un negro intenso que a más de ser nocivo para la salud, representa un problema estético para el lugar.

“En este sector, por el diseño de la calle (subida en forma de embudo), se concentra gran cantidad de esmog y casi todos padecemos de afecciones respiratorias” manifestó de su lado Mario Velasco, vecino de la calle Olmedo.

El estudio anterior  también contempló la contaminación auditiva. La normativa vigente establece que en lo referente a la circulación de vehículos  en la zona comercial, al valor máximo permisible de presión sonora  en horario diurno es de 65 decibeles.  Y Ambato se ubicó   en dicho límite.

Para las zonas no comerciales, el nivel considerado normal en horario nocturno es de 40 decibeles en espacios residenciales, pudiendo elevarse hasta los 50 en el día. En zona hospitalaria y educativa, el nivel diurno de presión sonora puede llegar hasta los 45 y en la noche bajar hasta 35 decibeles.

En la capital de la provincia de Tungurahua, en horario diurno, el 84% de ruido proviene del tráfico urbano; 8% es de origen industrial; 4%, de la construcción y el restante 4% es ruido sin especificar.

En los primeros días de junio, el Municipio quiteño designará a un técnico ambiental para que se efectúe el pactado seguimiento de la calidad del aire ambateño.