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Múltiples y disímiles son los casos por los cuales hombres y mujeres terminan en las calles del país pidiendo limosna, según el informe de la Dirección del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) en Cotopaxi, que desde  2009 trabaja con proyectos de erradicación de la mendicidad.  

Amparo Silva, técnica de Seguimiento a la Calidad de Servicio del MIES, dio a conocer que se trabaja en la erradicación progresiva de la mendicidad en 16 provincias, entre ellas Cotopaxi. En esta última, durante 2012, se trabajó con 400 niños y adolescentes, adultos mayores, personas con discapacidad y con sus familias, lográndose erradicar ese fenómeno en un 97%.

Antes de que proyectos como “Da dignidad” se pusieran en marcha, la cantidad de personas que pedían dinero en las calles se incrementaba en diciembre durante Navidad y fin de año, sobre todo en la Panamericana norte (vía de acceso a Quito), en donde centenares de personas de escasos recursos,  especialmente niños y niñas, se aglutinaban en busca de dádivas de los viajeros.

16
provincias en el país están dentro del programa de erradicación de la mendicidad que ejecuta el MIES

“Hace años atrás, en un viaje a Quito, se veía una cantidad impresionante de niños, niñas y adultos que pedían caridad, lo que creaba una sensación de malestar social. De allí que proyectos sociales que ayuden a estos sectores son positivos”, comentó Luis Proaño, latacungueño residente en Quito.

El trabajo contra la mendicidad en la provincia inició en el sector de El Chasqui y Milín (límite entre Pichincha y Cotopaxi), en especial durante la época de Navidad.

Parte importante del trabajo que realiza el MIES está en la  concienciación. Tomando en cuenta aquello, han brindado charlas, talleres y capacitaciones, tanto a jóvenes y adultos de diferentes instituciones, especialmente del sector educativo. El objetivo es impedir que se den limosnas  en las calles, plazas o mercados, debido a que esto -según fuentes del MIES-  alimenta las mafias de personas que viven de la explotación de otras.

En los talleres que se dictan, asimismo, se les explica a los asistentes otro fenómeno que acarrea  la mendicidad:  las diferentes estrategias que emplean los estafadores para engañar, como hacerse pasar por mendigos o enfermos, con la finalidad de  conmover a las personas y  que  les den dinero.