La película dura 90 minutos y es apta para todo público. La escena final fue rodada minutos antes del terremoto del 16 de abril
Con alas pa volar apuesta por el talento nacional y los valores familiares
Noventa y dos años han pasado desde que Augusto San Miguel, destacado cineasta y dramaturgo guayaquileño, estrenó la primera película ecuatoriana de la historia.
El tesoro de Atahualpa es un largometraje de cine mudo que fue proyectado en los teatros Edén y Colón de Guayaquil, el 7 de agosto de 1924. Desde la fecha, en el país, se han producido al menos 73 filmes de diferentes géneros.
Un abismo y dos almas, La tigra, Entre Marx y una mujer desnuda, Ratas, ratones y rateros y Qué tan lejos son algunas de las cintas hechas en el Ecuador que han tenido éxito y recibido buenas críticas e ingresos en taquilla.
Este 19 de agosto se estrenará una producción cinematográfica rodada en 5 ciudades del país que ya es parte de la variopinta filmoteca del Ecuador, pero tiene un enfoque totalmente distinto a los antes mencionados.
Se trata de Con alas pa volar, un largometraje cómico-dramático en el que se muestran talento y producción de buena calidad, y es además una de las pocas películas cristianas producidas en el Ecuador.
Un mensaje de fe
El productor y director del filme, Álex Jácome, explica que son destacables el profesionalismo de los actores y la colaboración de muchas personas, pero que lo más importante de la película es su mensaje.
“El objetivo de producir Con alas pa volar es promover valores universales, como el amor, el respeto, la lealtad y la fe, aspectos básicos para mantener una familia sana. Aunque el trasfondo de la cinta es cristiano, está dirigida a todo el público, pues sin duda todos necesitamos estos principios para vivir bien”, dijo.
Jácome, de 37 años y padre de 3 niños, es quiteño, tiene raíces tungurahuenses, pues su papá es de Píllaro, y pertenece a una familia de cineastas y comunicadores.
Su hermano, Pablo Jácome, es el director de fotografía y ha sido un soporte fundamental desde que empezó a escribirse el libreto, hace más de 3 años. En enero de 2014, el guion estuvo listo y en noviembre del mismo año empezó a filmarse.
Sinopsis y reparto
El rodaje se hizo en Quito, Guayaquil, Alausí, Galápagos y Salinas, y duró hasta noviembre de 2015. El elenco está encabezado por Felipe Centeno, actor de 11 años, quien en 2012 ganó un reality nacional de canto.
Él interpreta a Tito, hijo único de la familia Nieves. Roberto (su padre), interpretado por Fabio Nieves, es piloto, mientras que Pamela (la madre), rol encarnado por la actriz Katherine Palma, es directora de una agencia de publicidad.
Tras varios años de matrimonio, el amor de la pareja entra en crisis y sus prioridades cambian. La escuela es el refugio de Tito, y el director, el señor González, le enseña a desarrollar su fe en Dios y a creer en los milagros. Este último papel es interpretado por Arturo Allen, reconocido cineasta mexicano, quien ha producido más de 70 videos musicales y filmes cristianos.
Entre los muchos colaboradores del largometraje además destaca Sebastián Sandoval, joven ambateño y cineasta, quien se encarga de la promoción de la cinta en la Sierra central. “Es un privilegio contribuir en esta clase de producciones en las que se impulsa el valor de la familia y amor al prójimo”, señaló.
Escena final
La película dura 90 minutos y la música está a cargo de la banda guayaquileña Sacrificio. La escena final fue rodada en Salinas, 13 minutos antes del terremoto del 16 de abril. Esto es visto por el director como una muestra de que si bien en la vida ocurren desgracias, estas no pueden detener el curso de los grandes proyectos. (I)
La escena final fue rodada cerca de Salinas, la tarde del 16 de abril. Foto: Cortesía / Álex Jácome