El barrio La Cocha, ubicado al norte de Latacunga, albergó durante más de dos años a cerca de  800 comerciantes que laboraban en la ex plaza de El Salto. 

Hoy tras la reubicación de los mercaderes  a los nuevos edificios, la explanada del sector está vacía.
 “Esto era un caos. Había basura por todos lados. Los viernes y sábados el tráfico vehicular se volvía insoportable”, comentó Jorge Reyes, habitante del sector.

Grecia Barbosa, presidenta del barrio La Cocha, afirmó que los niveles de inseguridad se acrecentaron por el flujo comercial en la zona. 

Ahora, la explanada del estadio La Cocha luce diferente, sin bulla, vacío, aunque los desperdicios y basura dañan su aspecto.

“Los residuos que no limpiaron los comerciantes aún permanecen en el lugar”, sostuvo  Reyes.
Entre tanto,  los vendedores de frutas, verduras, abarrotes y similares iniciaron la atención al público en el Mercado Cerrado.

Patricio Huaraca, presidente de los vendedores, confirmó que ingresaron unas 400 personas distribuidas de acuerdo a lo que ofrecen. Así,  en la primera planta están los que venden legumbres, hortalizas y frutas; en la segunda, quienes comercializan cárnicos y abarrotes; y en la última, el patio de comidas.

Según Huaraca, los primeros días transcurrieron con normalidad, salvo un incidente registrado el sábado cuando debido a la gran demanda de usuarios, las escaleras eléctricas  colapsaron. 

Además, no se recogió la basura y el lugar estuvo sucio.
“Creo que debemos culturizarnos. Esta ya no es una plaza, es un mercado. Hay que colocar los desechos en su lugar, para mantener la limpieza”, dijo Amalia T., comerciante de frutas.

Mientras, el Centro Comercial Popular también inició su atención al público en el nuevo edificio.
La estructura esta compuesta por  403 locales. Durante los primeros días, no todos los locales  abrieron sus puertas, debido a que las adecuaciones aún no concluyen.

Los que sí atendieron lo hicieron entre las 07:00 y 19:00, tal como manda la ordenanza.
Las ventas en estos dos espacios de a poco se  van normalizando, sin embargo, aún no alcanzan los niveles que tenían cuando estaban en el Centro Comercial Asotrial.